Durante un periodo breve de tiempo, Googoosh fue parte de la corte del Marajá. Como representante del imperio persa en el Pocajú, llegó al Palacio como parte de uno de los acuerdos de paz entre Irán y La Isla. Después de unos meses la princesa fue devuelta a su país natal, justo antes de la revolución iraní, en un gesto de solidaridad con aquel pueblo. El acuerdo de repatriación tenía sólo una clausula: que Googoosh sería devuelta sólo si su música permanecía dentro de su país y jamás fuera escuchada por otros que no fueran los pocajutas. Esto fue lo que encontraron un par de historiadores orientalistas en el Pocajú, cuando llegaron a la fonoteca para hacer una investigación seria sobre las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
http://youtu.be/gbRlgbgqy_U
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