Fotografías por Paulina Maqueda

Al asistir a un concierto se esperan varias cosas: buen audio, un lugar cómodo para apreciar el espectáculo y que el artista o banda que se presenta, atrape por completo la atención del espectador. Pero hay algo muy importante y que seguramente se gestó en varios de los miles de asistentes el día de ayer en la Arena Ciudad de México: inspiración. Ésta se manifiesta en el simple hecho de escuchar de manera masiva la música, hacerte fan o hasta motivarte a ser músico, o uno mejor, en caso de ya serlo.

Garbage cumplió con todo esto y lo superó. Antes de que salieran al escenario, la expectativa crecía y se sabía que sería un recuento de la carrera de la banda, aunado a su más reciente producción Not Your Kind Of People que promocionan desde mayo de 2012.

La Arena Ciudad de México se cimbró con el primer acorde de "Automatic Systematic Habit". La fuerza de las guitarras contundentes y sorpresivas de Douglas Erikson y Steve Marker se convertían en el vehículo perfecto para que Shirley Manson siguiera el camino que la métrica y fina batería que Butch Vig marcaba, acompañado del bien ejecutado bajo de su músico de tour.

El momento clímax llegó pronto con la segunda canción, "I Think I'm Paranoid", acompañada de una ovación impresionante en la que todo el público coreó al unísono con Shirley: "Bend me, break me, anyway you need me, all I want is you". La sorpresa fue tanto para el público como para ella misma, quien dijo que nunca le faltaban palabras que decir, pero esta vez era una locura, y a partir de ahí prometió dar un show como nunca lo había dado.

Rayando en lo ocurrente y maternal, Shirley Manson se percató que uno de sus espectadores de las primeras filas era un niño, por lo que pidió le dieran protectores para sus oídos y señaló que tenía una manía de protección hacía la gente que la rodea, especialmente a los niños, para finalizar con un "This is not rock and roll, but I don't give a shit".

La admiración y respeto a la cultura mexicana de parte de Garbage se enfatizó en varias ocasiones, resaltaron el valor artístico y humano de México, lo cual se reflejó en uno de sus visuales que proyectó imágenes referentes a Frida Kahlo, José Guadalupe Posada y demás elementos del imaginario de la cultura popular de nuestro país.

Un momento muy especial para la banda fue cuando presentaron a su bajista, reconociéndolo y felicitándolo por acompañarlos durante este tiempo y, felices de su evolución como músico, anunciaron que formará parte del equipo de músicos de tour con Trent Reznor en Nine Inch Nails.

La ejecución instrumental fue impecable, cada integrante tenía su momento, su matiz. La sutilidad y la explosión fueron recursos bien manejados cuando se requerían, fungiendo como un colchón sonoro para que Shirely Manson cayera a su antojo con una teatralidad que lo mismo era trágica y tierna, lo cual embelesaba a una audiencia que no dejaba de adorarla.

Esta visita fue el testimonio de un gran ejército llamado Garbage, el cual descargó con suficiente armamento su amor hacia la música y hacia México, prometiendo volver y dando la primicia de que el próximo verano regresarán con nueva producción.