Las expectativas son altas cuando se trata de encontrarse de frente con el autor de la música que uno, con tanto cariño, adopta como suya. La decepción tiende a darse con frecuencia cuando uno descubre que el músico no es lo que canta. Con esto en mente llegamos a Daniel Johnston, quien es sin duda la encarnación de su música, aún ahora, que se ve tan diferente de cuando grabó por primera vez en un cassette casero Hi How Are You en 1983, mantiene una fuerte fidelidad a su material y es posiblemente el legado que encarna el que lo hace el headliner del Festival Marvin 2014.
Hoy, a sus 53 años, Johnston, con manos temblorosas y un cuaderno de donde recita sus canciones, se acerca al micrófono y canta con una voz que se siente al borde de romper en lágrimas. Aún son parcialmente perceptibles los rastros de ese chico que apareció en MTV en 1985, y que con una voz aguda y guitarra en mano, cargaba consigo la esperanza de la fama y el reconocimiento como artista. Quizás esta transformación parezca algo trágica para muchos, pues incluso su voz, que en sus inicios podía confundirse con la de un niño, ahora es un tanto más grave y ronca, pero no por esto es menos inocente ni sincera. Tal vez es apropiado para la predicción que él mismo hizo cuando dijo “Era mi destino ser famoso, pero también ser condenado.”
Más adelante en su vida, Johnston entraría en una terrible época de esquizofrenia y depresión, y la idea de que el diablo lo perseguía estaba latente en su atormentada mente y se veía reflejada en sus presentaciones. Para muchos resultaba extraño, e incluso incómodo, pues Johnston convertía sus pequeñas tocadas en sermones a favor de Cristo como un arma contra el demonio que lo perseguía. Esta etapa ha pasado, lo que se ve hoy es el sobreviviente de una batalla contra un mal cuyas fronteras no excedían la mente de Johnston; de ahí que su música podía ser de apariencia tosca melódicamente, pero tremendamente contundente en palabras, que constantemente reflejaban una vida de locura y tristeza.
Actualmente, Johnston viene acompañado de una banda y cada año parece incrementar el número de lugares por donde se presenta, pasando por Brasil, Suecia y Barcelona únicamente el año pasado. Su setlist tiende a ser variado, pues su discografía tiene un enorme número de tracks, pero mantiene una continuidad con las favoritas. “Speeding Motorcycle”, “Walking the Cow” y “Mask” son las que aparecen con más frecuencia y de igual manera, se permite cantar a capela canciones como “Devil’s Town”. Pero es “True Love Will Find You In The End”, canción esperanzada y que se puede entender como un consuelo para el propio Johnston, la que más se ha repetido en sus múltiples tocadas y que probablemente veremos el 17 de mayo cuando toque en el Covadonga.