Fotos Por Alex Compean y Rafa J. Lodo sintetizado y lluvia eléctrica se dieron cita ayer en el Centro Dinámico Pegaso, en las afueras de la nada, cerca del Aeropuerto de Toluca. La primera edición del festival Ceremonia se llevó a cabo con un satisfactorio lleno y con energías caldeadas por el clima. A continuación, los actos destacables del festival:
Animal Collective
Por El Sr. Amable
Este cuarteto estadounidense fue la causa por la que miles de personas decidieran subirse a un autobús o rentar un auto y recorrer varios kilómetros en una carretera con cierto grado de dificultad para llegar a este alejado recinto, para una vez ahí empaparse y enlodarse (involuntariamente, por supuesto) durante largas horas.
Animal Collective es un grupo que se puede tildar de increíble- aunque recuerdo haber escuchado lo contrario por varios amigos que se adelantaron a verles en otros lugares y circunstancias- y que argumentaban que AnCo era sólo una plasta de sonido sin sentido que podía extenderse por horas. Odio diferir, amigos, pero esto fue una fiesta y una celebración a la libertad musical y un despliegue musical impresionante con cuatro tipos perfectamente coordinados que, además, cuentan con sus propios colores para meter en esta enorme paleta de sonido llamada Animal Collective.
Nicolas Jaar
Por Xime Goka
Caía la noche, subía el cansancio, y uno de los actos más esperados del festival empezaría su presentación en el escenario principal. Sonidos y armonías cíclicas se desparramarían a través de visuales abstractos. Reflexivo, emocional, sensual. Nicolas Jaar y su "blue-wave"; minimal-techno a cámara lenta invitaban al movimiento pausado y a la catarsis interna. Por ello, las explosiones que ocurrían dentro de la quietud se sentían aún más potentes.
La mezcla se compuso la extensión de algunas de sus canciones más conocidas: "My Woman" y su toque latino- Jaar es mitad chileno- pusieron la nota antes de que se escuchara la trompeta y la cadencia de "Space Is Only Noise If You Can See", extraída de su único álbum editado en 2010 Space Is Only Noise (Circus Company)
Ya se estaban con el lodo hasta las rodillas y el fango se debilitaba con cada salto eufórico. Ya para este punto el clima y la suciedad eran lo de menos. Todos éramos tripulantes del mismo barco en naufragio, en donde el espacio era ruido y el ruido era melodía.
Purity Ring
Por Re Esteva
La verdad es que en algunos actos del Festival Ceremonia la lluvia cansaba, pero en Purity Ring sucedió exactamente lo contrario. Para apreciar lo que hacen Megan James y Corin Rodick es necesario estar en medio de algún tipo de adversidad y sentir una leve angustia. Desde que salió Shrines ( Last Gang Records/ 4AD, 2012), la música y estética de este dúo canadiense ha sido nublada y como salida de una pesadilla entre hermosa y terrible de la que curiosamente no se quiere despertar.
El show de Purity Ring en vivo es impresionante; pues a la gente no le importaba mojarse con tal de no despegar la vista de los fantasmales integrantes de Purity Ring. Los sencillos “Obedear”, “Fineshrine” y “Belispeak” fueron de los tracks más celebrados por la audiencia y de hecho cualquiera que le haya puesto atención a Shrines podía reconocer sin problemas la mayoría del setlist ya que el dúo apenas tiene un álbum debut; el cual por cierto, Megan y Corin interpretan en vivo con una exactitud escalofriante.
Generalmente en un festival lo ideal y lo más común es ver a los diferentes actos acompañado de amigos o amantes, pero el tinte abstracto y poético de Purity Ring provocaba una experiencia aislada en la que cada individuo miraba más hacia sí mismo que hacia las otras personas. Entre el oscuro mundo de pesadilla estilizada en que el extraño instrumento creado especialmente para Corin parecía controlar tanto la música como montones de estructuras iluminadas con forma de capullos, la voz de Megan resonaba en la cabeza de los espectadores como una especie de conciencia colectiva.
La cantidad de lodo y fango que se había creado para cuando tocó Purity Ring en la noche ya era mucha y eso entró en conflicto con el ambiente somnífero y divino que se había creado con la música y lo visual. La cosa es que aunque ese detalle físico incomodaba, la mente estaba tan distante que era casi como si Megan y Corin estuvieran en un Partenón griego con forma de escenario haciéndole honor al nombre del Festival Ceremonia como si fueran clérigos de un mundo místico e intangible.
Nosaj Thing
Por Beto Benítez
Desde que escuché su primer lanzamiento como productor, titulado Drift (Alpha Pup Records, 2009), el digital-craft plasmado por Jason en esa producción me voló la cabeza. Sentí (y aún sigue permanente la sensación cada vez que lo escucho) como si fuera el sentido del tacto convertido en oído; un experimento de agua sin densidad recorriendo una superficie y texturas sin que hubiera gravedad involucrada.
Un poco después me enteré que Nosaj Thing también estaba involucrado en la producción visual, y que lo incorporaba en algunas de sus presentaciones.Su presentación empezó relativamente puntual en el escenario “Ed Banger” y para mi desencanto y sospecha, fue muy similar a lo que tocó en La Chapulina, cuando estuvo en Guadalajara (ni modo,la estructura de una presentación en una gira). También y desgraciadamente, no había un apoyo visual marrano y mindfuckero como algunos esperaban.
En el recorrido de su presentación, Jason soltó pedazos de canciones principalmente de su primer álbum; joyitas catalizadoras de zapateo enlodado y movimiento suave con ojo cerrado. Entre las más destacables fueron “Caves”, “Coat of Arms”, “Light 2” y el infalible remix de “Camel” al profe Fly Lo’.
Aunque existía la división entre el ambiente de la carpa y los necios mojados, la respuesta general se mantuvo de movimiento ante la música (g)rifada. Ese Jason se las sabe para poner a la banda a disfrutar y bailar su música. En resumen, fue un acto que dejó a los espectadores satisfechos, pero con la idea y ganas de que se vuelva a presentar en México, bajo un espacio y circunstancias diferentes, que puedan ofrecer las condiciones necesarias para que él realice una instalación o presentación audiovisual de la talla que él puede darnos.
Toro y Moi
Por Xime Goka
Del nacimiento explosivo del chillwave en 2009 sobrevivieron pocos artistas, que o se apegaron a la estética creada o tomaron el lema de “renovarse o morir”. Chaz Bundick, chico prodigio detrás de Toro y Moi, logró desde su segundo álbum (Underneath The Pine, 2011) convertir lo etéreo en orgánico, la electrónica nostálgica en el baile frenético. Su GarageBand se transformó en una banda hecha y derecha, en una consecución instrumental de un muy buen estudiado funk setentero.
Teniendo la mala suerte de tocar en el apogeo de la lluvia que se desató en el Centro Dinámico Pegaso, Toro y Moi desplegó un setlist balanceado entre sus tres discos de estudio, con especial énfasis en las piezas de bola disco desprendidas del Anything In Return (Carpark Records, 2013): "Rose Quartz", "Studies" y "Say That" se alargaban como espirales festivos de desenfreno y exaltación.
Acompañado por un guitarrista, un tecladista y un baterista, Chaz logró aclimatar la noche, con el delicioso contraste entre el frío clima y la calidez de sus ritmos.
XXYYXX
Por Rocko
Nadie concibe el hecho de que Marcel Everett, a.k.a XXYYXX, haya nacido en 1995 y ya forme parte de festivales por todo el mundo a la corta edad de 18 años. En el festival Ceremonia, la transición del día a la noche estuvo a cargo de este joven productor.
La gente ya empapada caminaba por el festival, algunos incluso optaron de plano por estar descalzos; el alcohol y la combinación de sustancias experimentales creaban el ambiente perfecto para disfrutar de la presentación de XXYYXX. Sampleos de voces interrumpidos, beats suaves y silencios. Una introspección electrónica de chillwave y post dubstep.
Dejando a un lado las clasificaciones musicales, el acto de Marcel se vio lleno de experimentación, arritmia y perfección. Al final de su presentación, al igual que la última vez que se presentó en nuestro país, un sujeto salió al escenario a decirle a Marcel que dejara de tocar, él no le hizo caso y siguió tocando durante unos cuantos minutos. “Gracias” fue la única palabra que Everett dijo en toda la presentación. La versatilidad y talento de este productor regaló a los asistentes del Escenario Ceremonia una de las mejores presentaciones de la tarde y dejó en un estado perfecto de actitud a los que ya esperaban a Toro y Moi.
Centavrvs
Por Beto Benítez
Por ahí de las 5:15 comenzó el sentimiento paisano más fácil de asociar con estas fechas patrias tan torcidas: “La Cárcel de Cananea” de Centavrvs en el escenario principal homónimo al festival .
Los integrantes de la banda manifestaban su emoción con la gran energía depositada en sus instrumentos, que posteriormente sería transmitida a una corriente eléctrica que viajaría por materiales, el espacio y la lluvia, y que luego se clavaría en nuestros oídos. También, como es de costumbre cuando un mexicano anda emocionado, se utilizó al principio varias veces la palabra “chingón”- (derivada de la mamá “chingada”), ese recurso de expresión tan recurrente que ha perdido su fuerza y encanto después de que tantos individuos han usado la carta de Octavio Paz para dárselas de finos y cultos.
Continuaron más canciones de su EP Pacífico (Rock Juvenil, 2012) para complacer y dejar con un muy buen sabor de tímpano (no fue difícil la afinidad, ya que el combo de varios estilos en su producción junto con la descarga gratuita nos agarró de los cachetes) como “La Valentina” y “El Caporal”.
Gozando de un ambiente sereno pero receptivo y de una lluvia ligera, junto con una hipnosis de visuales, Centavrvs fue sin duda el mejor acto nacional del festival. Hasta ganas dieron de dar el grito…
BeGun
Por Re Esteva
BeGun tocó en el Festival Ceremonia cuando todavía era de día, y aunque estaba nublado, su música es más como para un completo atardecer o el inicio de la noche. Aún con ese detalle en su contra, el productor de Barcelona, Gunsal H. Moreno, logró cautivar a muchos asistentes del Ceremonia que se acercaban a él para escuchar lo que hacía desde antes que acabara Simpson A Huevo en el otro escenario.
El sonido entre dub, electrónico y experimental de BeGun resulta muy agradable de escuchar pero no es tan tranquilo como para llegar al minimal o a un típico ambient; que aunque pudiera tener algo de eso, en vivo –y en especial en el Ceremonia– lo ambient es menos que lo dub con la energía que le pone BeGun a su show.
Al contrario de muchos actos del festival como Centavrvs o los headliners Animal Collective, el espectáculo de BeGun no fue uno de exageraciones y montones de luces o visuales, pero no hizo falta. Este show en el Ceremonia fue el primero en la gira internacional de productor español y con una audiencia compuesta tanto por gente que iba especialmente a verlo como por personas que no lo conocían hasta ese momento, BeGun inició con el pie derecho.
Simpson Ahuevo
Por el Sr. Amable
No tenía idea de quién era Simpson Ahuevo, así que no tenía muchas expectativas. Quizá sí esperaba a un MC rapeando sobre un beat, y este beat podía o no ser manipulado por un DJ. La cosa es que Simpson Ahuevo se presentó con más de lo que creí: percusión, DJ y un tipo totalmente desquiciado (en el mejor sentido de la palabra) haciendo todo tipo de suertes (tocando caja de ritmos, guitarra, cantando) y en conjunto prendiendo ahora sí la fiesta en el escenario Ceremonia. Este acto es agresivo y un tanto oscuro por naturaleza: con voces octaveadas casi deformes, un kick pesadísimo y que contrasta con la simpatía, carisma y flow de el originario de Hermosillo. Para cuando sonó “Méxtasis” ahora sí se empezaba a sentir como un festival-
Little Jesus
Por el Sr. Amable
Ya con la lluvia más calmada y en el horario establecido- a pesar de la tardía apertura del festival- tocó el turno a Little Jesus, quinteto capitalino cuyo nombre y reputación ha ido a la alza y que tuvo la oportunidad de mostrarse antes un público impaciente de fiesta. Necesidad que resolvieron con cierta brillantez y un despliegue musical bastante competente. Los temas de esta banda tienen reminiscencias de rock colegial, aunado a un extraño sentido tropical, letras consejeras o resignadas que recuerdan un poco a los cuentos de los Ases Falsos de Chile. Apertura idílica al desahogo electrónico que se vendría.
Mentira Mentira
Por el Sr. Amable
Después de una buena mojada tempranera esperando el transporte gratuito que ofreció el Ceremonia tras su repentino cambio de sede, fue que llegamos a un Centro Dinámico Pegaso, que ya tenía a unas 200 personas listas para entrar en punto de las 2 de la tarde. Se abrió la puerta y nos encontramos con un panorama gris, ideal para los primeros guitarrazos que tan ansiosamente esperábamos desde nuestra salida en autobús. Era Mentira Mentira, la banda del tijuanense/regio Gaby Noriega que acompañado de Luis Guerra en batería y ahora con la incorporación de un bajista interpreta rápidos e intensos pasajes/odas a la nostalgia noventera que, aunque muy distinto al resto del line up, logró demostrar un muy decente nivel de interpretación, a la par de las clásicas bromas de Gaby en temas como “My L.S.D” o “Legs”; con un cierre que incitó a algunos valientes a hacer slam .