Por: Eduardo Díaz (@_coldnose)
En 1964, los Beatles sacaron “I Want To Hold Your Hand”, sencillo que definiría el carácter enmielado de su primera etapa: el guitarreo pegajoso, las armonías chiclosamente sincronizadas y el deleite ingenuo del idilio adolescente. El mundo de los Beatles era un sermón al amor verdadero, como alguna vez la Rolling Stone dijo en una de sus reseñas más tempranas. Paralelo al universo rosa de los de Liverpool, en Tacoma, Washington, un grupo llamado The Sonics convertía versiones clásicas del Rock ‘n’ Roll y R&B en abrasivas explosiones sonoras así como cantaba sobre mujeres brujas, veneno de rata y lunáticos endemoniados. Aún con miles de fans, a los Beatles les faltarían todavía unos años para consagrar el sonido canónico que recordamos hoy. La crudeza de The Sonics por el contrario se sentía ya desde el principio como una anticipación profética de las décadas venideras.
No miento al decir que no hay alguna otra banda tan orgullosa de su sonido como The Sonics. Orgullosa en el buen sentido, por supuesto. Rob (Lind), Gerry (Roslie) y Larry (Larypa), miembros fundadores del conjunto, han sabido lo que tienen que hacer desde que la banda se formó a principios de los 60 y, desde entonces, también han sabido muy bien cómo llevarlo a cabo. Quizá por eso es que palabras como “quintaesencia”, “culto” o “seminal” no resulten tanto como un halago sino como adjetivos casi necesarios para referirse a los de Tacoma.
Conversamos con Rob, Gerry y Larry previo al concierto que ofrecieron la semana pasada en el Foro Indie Rocks!.
Es su primera vez en México?
Rob Lind: Sí, es la primera vez que estamos aquí. Somos vírgenes, quiero decir, somos "vírgenes de la ciudad de méxico" (risas) Llegamos ayer y nos vamos mañana así que no hay suficiente tiempo para conocer todo, es una ciudad muy grande.
Larry Parypa: Tenemos que regresar a Seattle y de ahí empacar para Europa.
Rob: Antes de eso vamos a Carolina del Norte y a California
Primero lo básico, ¿cómo se formó la banda?
Larry: ¿Te refieres a los 60?
Sí
Larry: Mi mamá y mi tío tocaban la guitarra. Un día mi tío trajo a mi casa una guitarra acústica que traía integrada una pastilla eléctrica, así que la podías conectar a un amplificador. Y cuando escuché ese sonido... no lo podía creer, era el sonido más maravilloso. Tenía un amigo que tocaba la batería y otro el bajo y esa la alineación original de The Sonics. Pero cuando entraron Rob, Gerry y Bob (Bennett), todo cambió. De repente, estábamos gritando y las baterías sonaban demasiado fuerte al igual que la guitarra.
Dijeron en una entrevista acerca de su ciudad, Tacoma: "Si Seattle es como Londres entonces Tacoma es como Liverpool." ¿Qué tanto influyó Tacoma en sus percepciones musicales?
Rob: Bueno, Tacoma es una ciudad porteña y marítima como Liverpool. Nuestros padres eran hombres de mar y nosotros terminamos por adoptar esa vida también. Pienso que Tacoma afectó la manera en la que tocábamos porque las bandas originarias de allí tocaban más duro que en otros lados. Y eso era lo que quisimos hacer todo el tiempo: rock 'n roll duro. Seattle es mucho más cosmopolita en ese sentido, es una gran ciudad.
Seattle es famosa por la tradición musical tan fuerte que tiene.
Larry: Ahora es muy famosa pero durante muchos años tanto bandas como disqueras fueron poco reconocidas fuera de Seattle. Ahora hay prestigio y nombres grandes como Foo Fighters, Nirvana, Mudhoney; pero eso llevó un rato en tomar forma.
Ustedes fueron "outsiders" de su época, ¿se sienten todavía como tal?
Rob: No sé, es difícil de caracterizar. Hacemos lo que hacemos que es básicamente lo que hacíamos en ese entonces: tocamos duro y eso es todo. No ha cambiado mucho en ese sentido.
¿Qué hubiera cambiado si los Sonics surgieran ahora? Vivimos en una época radicalmente distinta a la de los 60 por muchas razones, empezando por el auge digital
Gerry: Pienso que si hubiésemos nacido hoy, no habría sido muy distinto a como lo hemos estado haciendo. Todos nosotros queremos tocar con fuerza, no queremos tocar Jazz o cualquier otra cosa. Lo de nosotros es crudo y agresivo.
Lo han dicho repetidas veces pero me llama la atención que, aun cuando hubieran otras bandas tratando de hacer lo mismo, ustedes sí se tomaban en serio eso de "rockear duro"...
Larry: Es lo mismo, es música con entrañas. Creo que en ese entonces nadie gritaba como nosotros lo hacíamos y nadie tocaba la batería tan cruda y ruidosamente como nosotros. O la distorsión en la guitarra también... Nadie hacía eso y cuando la gente lo escuchó por primera vez decían: "¡Wow, eso es inusual!" Si lo hacemos ahora, incluso aunque estemos haciendo las mismas cosas, hay muchas otras bandas que hacen lo mismo.
Se ha vuelto una especie de "sonido común"
Larry: Exacto, no haría mucha diferencia.
Rob: Creo que es importante lo que dijo (Larry) sobre la batería porque en los 60 los bateristas solían tocar al ritmo. La batería era básicamente para mantener el ritmo lo que hacía que los bateristas tuvieran que tocar delicadamente. Y Bob (Bennet, ex-miembro) por el contrario desatadamente, así que era algo diferente.
Ese estilo de tocar la batería se volvió casi de culto. Me recuerda a Maureen Tucker de Velvet Underground o a Bobby Gillespie de The Jesus and Mary Chain o al punk rock en general. Un estilo que no estaba tanto interesado en"marcar el ritmo" tanto como en sentirlo. Un modo muy expresivo...
Larry: Justamente hablaba con Dave Grohl (Nirvana, Foo Fighters) la semana pasada y me comentaba acerca de los ochenta y la importancia que él sentía que The Sonics y del garage de Seattle había tenido en esas bandas en cuestiones de sonido propiamente. Otra cosa interesante sobre la batería es que en los 60 cuando tocabas en vivo, las baterías no estaban microfoneadas así que tenías que tocar lo suficientemente duro como para que la gente te pudiera escuchar. Bob (Bennet) le pegaba tan duro que solía romper tarolas y tambores todo el tiempo. Definitivamente, sí hay mucha diferencia cuando tocas duro (risas)
¿Y cómo reaccionaba la gente?
Tocábamos muchísimo igual que otras bandas. Y entre más tocábamos nos volvíamos más populares. Había un lugar en Tacoma llamado The Red Carpet donde tuvimos muchas tocadas... llegamos a tocar ahí todos los viernes por la noche y algunas otras hasta dos veces por día. Llegó el punto en el que la línea de gente esperando a entrar llegaba más allá de la banqueta y la esquina. Nos hicimos populares por el simple hecho de tocar muchas veces... así que pensamos que para poder sacar más dinero de las tocadas necesitábamos grabar un disco y así es como salió a la luz "The Witch".
La década de los 60, además de ver los inicios del garage y el desarrollo del rock 'n roll, también vio la explosión de la psicodelia, momentum que tuvo una enorme influencia, casi totalizadora, en la mayoría de los actos que circundaban los escenarios. Algo que me llama la atención de ustedes es que nunca se inclinaron hacia ese tipo de sonidos...
Rob: De hecho, lo intentamos. La gente quería escuchar lo que escuchaban en la radio. Hicimos una o dos canciones de Jimi Hendrix y una de The Byrds pero nunca nos sentimos "psicodélicos". Fue un desastre cuando lo intentamos así que volteamos a ver y dijimos "esto es ridículo" y volvimos a hacer lo que mejor sabíamos hacer.
En los últimos años, ha habido mucho énfasis en la "nostalgia" alrededor de la conversación sobre la música independiente. ¿Creen que parte de su regreso esté relacionado con la nostalgia o como una consecuencia del "retro"? En otras palabras,¿qué es lo que The Sonics tiene que ofrecer hoy en día?
Larry: Me pregunto lo mismo con frecuencia... Creo que la banda tiene una unidad, me refiero a que tenemos un estilo muy fijo. Y quizá eso es lo que nos haga lo suficientemente competitivos junto a otras bandas...
Rob: La otra cosa es que hace 7 años, cuando empezamos a tocar de nuevo, un promotor de londres nos dijo: "los jóvenes los han descubierto" y era algo que no sabíamos en ese entonces. Tocamos dos veces en Londres e hicimos dos tours por europa... Y entiendo que haya gente que lo haga por nostalgia pero siento también que estamos tocando frente a una audiencia completamente diferente. Como Larry comentó, la banda tiene una unidad y tocamos frente a personas que les gusta lo que hacemos así que es una especie de círculo.
Larry: Y además pienso que la mayoría de los jóvenes que van a nuestros conciertos, lo único que han visto es rock 'n roll puro y crudo. También creo que debe haber un sentimiento especial... Te enteras de que The Sonics viene a tu ciudad y piensas: "Todos deben tener 70 años, ¡Dios mío, lo tengo que ir a ver en vivo porque aún rockean!" (risas)
Rob: La gente se nos acerca y nos dice: "¡No tenía ni idea de que pudieran tocar de esa manera!" ¿Qué pensaban, que tocábamos en silla de ruedas? (risas)
Como mencionaba Larry, se suele decir que The Sonics tuvo, y tiene todavía, una influencia tremenda en la décadas posteriores y gran parte del culto a la banda se debe eso. Pero, ahora que están de vuelta en el juego, ¿perciben alguna especie de "influencia" invertida? Quiero decir, ¿se han visto influenciados por actos nuevos?
Larry: Sí, claro. La cosa es que seguimos tocando las mismas canciones que tocábamos en los 60 así que no es tan obvio como parece que estemos tomando cosas de los demás...
Pero quizá en percepciones musicales y no tanto en cuestión de sonidos o composición...
Gerry: No lo sé. Las veces que hemos intentado tocar música más compleja, como la de los Beatles, ¡el resultado siempre suena crudo! Y esa es la razón por la cual estamos juntos.
Larry: Nuestro género es "The Sonics" (risas)
Rob: Cada vez que nos juntamos a componer, tocar un cover o simplemente a ensayar, solemos utilizar el término: "Canción Sonics" ¿Cómo podemos hacer una "canción sonics"? o ¿Cómo podríamos hacer que tal o cual canción suene como The Sonics? Siempre pensamos en la manera que tocamos. Así es como llevamos a cabo nuestro último material y como hicimos el último disco...
¿Cuándo saldrá el disco?
Rob: Todavía no sabemos. Estamos apenas negociando con 3 diferentes disqueras... Hoy vamos a tocar 6 de nuestras nuevas canciones... y no esperes algo como los Fleet Foxes (risas), ¡vamos a arrasar como una sierra eléctrica!