En una de sus recientes conferencias, Brian Eno explicó que la tecnología dio pie a algo sin precedentes: grabar el silencio. Tanto el silencio como los sonidos sumamente bajos pueden ser amplificados y escuchados como normales; no obstante, éstos mantienen esta particularidad privada, como de un secreto a voces. Si hay un artista hecho para una dinámica en la cual el objetivo sea mantener un silencio solmene en los conciertos, es Alexi Murdoch. Su folk taciturno como si no quisiera que nadie escuchara lo que dice se contrapone con la intensa melancolía y una poderosa lírica en sus composiciones.
Antes de su primer concierto en México, tuvimos la oportunidad de hablar con Murdoch sobre sus letras, canciones, métodos y ser un compositor en la época moderna. Murdoch tiene en sus obras la clara herencia de Nick Drake o Leonard Cohen. Cuando le pregunté sobre estas comparaciones, no las negó con la usual arrogancia que caracteriza a los cantautores exitosos, sino lo hizo con humildad y disposición al diálogo.
Creo que en esta época en la cual el mercado siempre busca mayor eficiencia a través de la categorización de todos los productos en ordenada comparación con otros productos, tiene sentido que cualquiera que cante con acento inglés y no uno americano va a ser obviamente comparado con Nick Drake o John Martyn, así que obviamente las comparaciones iban a venir. Para mí, hacer música de manera profesional vino accidentalmente, nada calculado. Sólo pasó de ser algo que hacía para mí a algo que hice frente a otras personas.
Respecto a estas comparaciones y sus obviedades también agregó:
Entiendo por qué las comparaciones gustan, pero si los escuchas pudieran liberarse del ímpetu y programación al que son sometidos, gracias al cual no saben qué creer por sí solos de lo que están escuchando, quizá podrían apreciar el arte en general de manera más profunda en vez de sólo verlas a nivel de mercado. Es como decir “sí, este cereal es exactamente como este cereal”
Cuando se escucha la música Murdoch uno puede notar la tradición literaria del cual es heredero, a lo cual respondió:
Antes de grabar música supuse que quería escribir. No me enfoqué en un medio en específico, la palabra escrita fue primero, es algo que siempre me ha interesado. No como si me sentara y escribiera música, todo sucede de manera orgánica, pero el método está en la escritura misma, es un intento de definir la manera más simple y universal de decir algo sobre nuestra experiencia humana.
En la misma vena lírica surgió la pregunta sobre cómo balanceaba su música en el enfoque musical y en el enfoque lírico, a lo que respondió lo siguiente:
Por mucho tiempo no me sentía un músico legítimo porque no estoy entrenado. […] Creo que la sociedad hoy en día nos educa para pensar que si no eres virtuoso en un instrumento no deberías pensar en ti como ambicioso, lo cual es una pena, en mi opinión. Históricamente, esa no es la experiencia humana correcta. Por mucho tiempo pensé en mí como un escritor que podía tocar la guitarra y la utilizó como una segunda voz […] Conforme me desarrollé me di cuenta que la música es parte esencial e igualmente muy importante, algo con lo que me puedo conectar a nivel individual[…] No estoy tan interesado en composición tradicional, me gusta la música clásica, pero me gusta más apreciar como la interacción de tonos conllevan o contribuyen a una letra o al poder de la lírica.
Si algo nos dice el pasaje anterior de Alexi Murdoch es que se sabe un músico sincero y se escucha como tal. La leve soledad de sus cortes no debe ser interpretada como deprimente, sino como llena de emoción sutil, honesta y silenciosa. Por lo cual es la opción perfecta para la iniciativa de Ordinary People —organizadora de su concierto en México— de conciertos silenciosos.
Tomando en cuenta la incursión de los Yeah Yeah Yeahs en la interacción del público con el artista y los aparatos electrónicos (para más información, ver el link anterior) Alexi platicó sobre su posición al respecto de este tema:
La respuesta osada sería decir que el silencio es el resultado de la música.
Reímos un poco los dos y luego continuó:
Creo que es cada vez más difícil [que una artista genere la atmósfera silenciosa en sus conciertos] hoy pues las personas están inundadas con nuevas tecnologías que obviamente crean problemas con nuestra atención e inhabilidad de estar quieto y dejarse llevar por existir en el presente sin necesidad de capturarlo y subirlo a una red social para validar el hecho de que estuvimos ahí.
Alexi Murdoch ofrece una experiencia tímida, sencilla y conmovedora, donde él solo y su guitarra logran transmitir una inmensa plétora de emociones. Aunque el concierto silencioso es una bonita iniciativa, para Murdoch es innecesaria, pues sus presentaciones desbordan calma y amenidad, nada lo interrumpe. Si no, bien podría ser como él remarca al final de la entrevista:
Supongo que he sido muy suertudo con mi experiencia. Usualmente mis conciertos son callados a donde vaya, así que quizá estoy un poco consentido y ha venido demasiado fácil. Por lo cual es probable que me espere una buena lección cuando llegue a México.
Después de varias risas, la persona que hizo el contacto para la entrevista interrumpió —de manera muy amable— la llamada para avisarnos que llevábamos casi 20 minutos hablando. El tiempo pasó volando. Definitivamente hay pocos artistas tan sencillos como Alexi Murdoch.
El concierto silencioso de Alexi Murdoch tomará lugar el 23 de enero en el lunario del auditorio, dale click aquí para comprar boletos.