Lo retro es el nuevo moderno; y si la tendencia es real en tiendas “à la page” y revistas de moda, no lo es menos en lo musical. En España se están dando múltiples ejemplos de la tendencia al alza del revivalismo: algunas bandas optan por el inglés como The Pepper Pots, otras como Dry Martina abogan por el idioma patrio, pero absolutamente todas respetan los códigos estéticos de un tiempo pasado que, dicen algunos, siempre fue mejor.
Este quinteto malagueño tiene como voz cantante a Laura Insausti, y gracias a Momento perfecto (Contraproducciones, 2012) ha sido seleccionados para formar parte del proyecto Girando por Salas, que da visibilidad a grupos emergentes a los que se augura un pronto despegue. La formación se dio a conocer el 2010 con Musarañas, un EP de cuatro temas que ya declaraba su amor por el soul, el swing y la alegría poppy de los girl groups; y ahora, las composiciones de Momento perfecto cuentan con secciones de viento propias de una big band, contrabajos de herencia Stray Cats y guitarras enmarcadas en un jazz despreocupado. En lo estilístico, la banda se mueve entre aires naïf e inofensivos y los tonos más maduros de temas como “Quién sabe” o “Algo más”, o los ritmos próximos al rocksteady de “Memoria de pez”.
La carta de presentación de Dry Martina es un bonito videoclip elaborado para la citada “Musarañas”, una producción llena de las referencias estéticas habituales de la época de la que bebe la banda: y es que a pesar de lo tópico los viniles girando, los carteles publicitarios de antaño y los vestidos estampados siempre dieron bien en cámara. Sin duda, un disco que si tus padres te pillan escuchando terminarán pidiéndote prestado… o quizá ofreciéndote alguno de su época.