Pasado el día de las elecciones hay mucho trabajo por hacer para nosotros los ciudadanos, después del próximo domingo donde elegiremos al próximo presidente y legisladores parece que hay sentimiento generalizado que significará el fin o el inicio del país y es importante decir que no es cierto. Independientemente de quién quede, el papel de los ciudadanos es vital de aquí en adelante, en estos meses de campaña creo que a un buen número de mexicanos se les ha desarrollado el músculo político y el interés por lo que pasa en el país, lo anterior hay que mantenerlo y fomentarlo. Para los próximos meses y años hay que presionar a los políticos para lograr una verdadera reforma política, del trabajo, fiscal, entre otras. No importa el tema que nos interese hay que salir y exigir que se cumpla o que se haga, así sea tapar el bache frente a nuestra casa o pedir se modifique la forma de contar los votos nulos.
Lo verdaderamente importante inicia participando como ciudadanos en tiempos no electorales, logrando tener un papel activo en la política (entendiéndola como un todo y no sólo el hecho de ir a votar). Insisto en que no importa quién haya sido elegido, él o ella está obligado a gobernar para todos y a escuchar todas las voces, demostremos que somos ciudadanos comprometidos y que sabemos hacernos escuchar, a veces a través de manifestaciones en la calle y otras a través de correos o reuniones. Seamos críticos e incisivos con las autoridades, no nos conformemos y retomemos el timón de México.
Al final el “cambio” es más que un slogan político, es nuestro si queremos llevarlo a cabo y la invitación es a hacerlo propio y conseguirlo, no hay un camino correcto pero a través del contexto democrático se logrará algo mucho mejor que lo que nos han entregado como “resultados” los políticos de ahora.