Tu lectura de la semana: Crónicas Marcianas de Ray Bradbury
Por: Félix Cerda
Los misterios de una civilización extraterrestre se esconden en una delicada caja negra que nos presenta la obra de Bradbury, nos hace imaginar la posibilidad de humanos pisando la arena roja y la disnea provocada por el escaso aire del planeta, esas son algunas de las sensaciones que logramos imaginar al leer Crónicas marcianas. ¿Qué ocurrirá con la sociedad humana? ¿Cómo nos recibirán los marcianos, una vez colonizado su planeta? Aún más emocionante conocer las extrañas formas que utilizan para comunicarse con nosotros.
Descubriremos desde astronautas creyendo que han caído en la locura por ver personas que los hacen imaginar bolas de fuego y serpientes saliendo de sus bocas, hasta un par de evangelizadores que tratan de resolver cómo poder guiar a estas extrañas criaturas hacia el camino de la moralidad y la virtud. Dejando una lección de vida a los viajeros que, como era de esperarse, quieren entrar en el planeta rojo para dejar la muy característica huella humana.
Crónicas marcianas es, sin duda, una de las obras maestras de la literatura de “ciencia-ficción” o “ficción de la ciencia” y no podría no serlo, pues nos convence de la posibilidad de viajes interplanetarios, además de presentarnos el escenario perfecto para creer en estos extraordinarios entes que orbitan junto con la Tierra al Sol.
Salir de la cotidianidad del día no es una tarea complicada para los que nos sumergimos en el mundo ficticio del cuarto planeta. Esta es una historia hecha para los humanos, pero contada por nuestros yo del futuro, que han logrado dominar los viajes espaciales e introducirlos en el lenguaje común, siempre dejando la chispa de la curiosidad y el asombro que se siembra en los protagonistas de las crónicas.
Los extraterrestres no son nuestros enemigos, son una especie más que habita el infinito oscuro del espacio, tampoco somos los enemigos que desean atacar a toda costa a todo ser viviente que no sea de nuestra semejanza, pero sí se relatan sucesos que suscitan el terror, pues no es de extrañarse que la colonización de un planeta previamente habitado no traiga consigo desgracia y soledad.
Pero no permitiré que mis palabras cuenten lo que un gigante de la literatura te puede narrar, me permitiré, sin embargo, abrir la caja negra que describí en un principio, dejando escapar a las criaturas que se esconden a 90 millones de kilómetros de distancia, esperando ser descubiertas, tranquilamente regocijándose en las letras del escritor norteamericano que nos ha dado otro tesoro invaluable. Si por fortuna o intención, has decidido emprender este viaje, toma las precauciones necesarias y embárcate en esta nave que siempre guarda un lugar más para un astronauta terrestre, o mejor aún, para un marciano que pudo haber llegado a la Tierra sin saberlo.
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