Por David Ovando (@Ovandoous) Los ritmos conviven, son compases de materia intangible que se crea, también se fusiona, aún no se resuelve si destruyen según los anhelos musicales del autor. World Music es la palabra más extensa cuando se aterriza el concepto. Así se llama el primer larga duración de GOAT, una banda que emergió de un nicho propicio para el death metal. Suecia.
La banda se establece en Korpilombolo, un condado al noreste del país nórdico. Su música es voluminosa, lúdica, además de envolverse en una cortina voodooista, cierto ocultismo, es algo que va en el ADN de la banda.
Existe una leyenda, cuenta que un brujo llegó a Korpilombolo, lo siguieron un gran número de fanáticos destinados a practicar Voodoo, luego fueron perseguidos y ejecutado por las hordas cristianas, los que lograban huir iban dejando caer sobre el lugar un hechizo oscuro.
Afirman que aún se asienta dicho supuesto en el condado y GOAT es la banda que revela los sonidos, texturas, cualquier forma y manifestación de aquellas prácticas a través de World Music (Rocket Recordings, 2012) su disco es el narrador de todos los ambientes que se viven.
En el año recién terminado editaron Live Ballroom Ritual (Rocket Recordings, 2013), su segundo y más reciente disco, es una grabación en directo que plasma el ánimo de la banda, mascaras, antifaces forman la indumentaria. En vivo se hacen acompañar de varios músicos generando una simbiosis mística y pintoresca.
Hombre cabra, cabeza de cabra, señor cabra. No son canciones que conformen su trabajo, son ritos que revelan el sendero por el que caminan.