El legado de la Samba
Jimena Rodríguez (@jiimejime)
Quem não gosta de samba, bom sujeito não é É ruim da cabeça, ou doente do pé
A auien no le guste la samba, buen sujeto no es
Está mal de la cabeza, o le duele el pie
-Dorival Caymmi-
El baile, las caderas y hasta el futbol son lo mismo cuando se entiende la riqueza de un ritual que va más allá del movimiento. Cuando se habla de samba, se habla de algo más que un rasgo cultural brasileño, un género musical o una danza, porque son ellos, los cerca de 200 millones de habitantes que tiene el país, quiénes mejor entienden el legado de su ritmo, como uno que unificó a su raza.
Si los ritmos latinos en su mayoría provienen de África, con la samba fue igual. Tras más de 300 años marcados como la época de Escravidão no Brasil - Esclavitud en Brasil- para finales del siglo XIX se abole la practica. Al mismo tiempo, grandes masas de la ciudad de Salvador Bahía, que representó el principal puerto de comercio de esclavos, se transportan a Rio de Janeiro, dónde en combinación con los ritmos locales crearon la samba carioca, la más popular a los ojos del mundo.
Samba bahiana, samba gafieira, samba reggae, samba de enredo. Sambas que cantan sobre el gobierno, sambas que aluden al sexo. Muchos estilos, que a su vez cuentan con derivaciones, pero es sin duda la samba de roda de Bahía una base para todas, pues hasta fue catalogada como patrimonio cultural de la UNESCO.
Para la década de los treinta, las escolas do samba – escuelas de samba se comienzan a formar en Rio de Janeiro, mismas que a lo largo de los años se expandieron a otras ciudades y le dieron una identidad a los carnavales. En la misma década, el futbol en su estilo más amateur que solía guardarse para la élite blanca, comienza a integrar lentamente a la raza negra, todo esto en medio de la industrialización de las grandes ciudades.
Ambos fenómenos de masa son asociados desde entonces. El futbol y la samba, tienen en común la aceptación de una raza que hoy representa casi el 8% de la población brasileña y en combinación con los mulatos el 51% según el censo del 2010. Al principio la samba era asociada a clases bajas e incluso fue considerada inmoral por lo que se intentó suprimir, pero después en palabras del académico Antonio Jorge Soares, coautor de La invención del fútbol "El fútbol y la samba constituyeron la matriz cultural de las clases populares en Brasil”.
Símbolos nacionales de identidad y expresión patriótica, aunque algunos historiadores se preguntan si son más bien el opio del pueblo. Por ejemplo, en la década de los treinta el régimen populista de Getulio Vargas aceleró el proceso de profesionalización del futbol para atraer a las clases populares y “hacer creer que existiría una suerte de democracia racial en Brasil” describe Marcos Guterman en El fútbol explica a Brasil.
Pero desde la influencia de tradiciones religiosas de la África del oeste, hasta la creación de carnavales y canciones como “Copa 94” para festejar que la Copa del Mundo de Estados Unidos fue la más visitada, se cree que la samba, como el futbol, tienen el poder de la unificación, pues los individuos participan en ambas tradiciones sin importar su rango social, grupo étnico o posturas políticas. Hayan seguido un curso natural o forzado en su desarrollo, el legado de ambos aspectos es indudable.