Por Melina Vázquez B. Fotos por Francisco Flores

La cantautora mexicana, Carla Morrison, desgarró con sus canciones, y su pequeña dulzura, las almas de los que estaban en el Pepsi Center. A las 20:30 el cantante uruguayo, Franny Glass, abrió el concierto, una parte del público lo quiso correr con chiflidos y gritos de “Carla, Carla”, él aguantó y al término de su octava canción se despidió inundado en aplausos. Después las luces se volvieron a prender y no se apagaron hasta que a las 21:23 Carla Morrison salió a escena recibida por los gritos de sus fans. Inició con “Mala malicia” seguida de “Apagué Mi Mente” y agradeció diciendo: “¡Qué chingón público!”. Con su brillante vestido corto y sus movimientos coquetos, enloqueció al público, quienes eran en mayoría mujeres; muchas acompañadas de sus novios, algunas parejas gay, y uno que otro niño.

El Pepsi Center no contó con buen audio y aunque las canciones sonaban bien, cuando Carla interactuaba con el público, no se entendía nada. Además, como el lugar es plano, tampoco se veía muy bien y sólo quedaba mirar las pantallas ubicadas a los lados del escenario. Morrison tocó principalmente canciones de su último álbum Déjenme Llorar: las más coreadas fueron “Hasta la Piel”, “Te Fuiste Sin Despedir”, “Compartir” y “Déjenme Llorar”. Ella repetía “Vamos México” para animar más a la audiencia. A diferencia de algunos artistas, la cantante interpretó sus canciones sin variaciones ni versiones raras, así que el público escuchó lo que quería escuchar.

El momento sorpresa fue después de “Yo Sigo Aquí”, cuando Morrison salió del escenario (lo cual hizo al público preguntarse si ya había terminado el concierto) y regresó acompañada de su amiga Natalia Lafourcade para cantar “Derecho de Nacimiento”, canción que compuso para apoyar al movimiento Yo Soy 132. La gente se sorprendió mucho y aunque la mayoría no reconoció la canción, aún así la corearon emocionados. Natalia que tenía un moño rojo brillante que adornaba su cabello, dio las gracias y abandonó el escenario.

Carla cantó tres canciones más. Ya descalza, finalmente a las 11:15, agradeció a todos y dijo que gracias al público, ella podía mantenerse artista independiente. El concierto logró sacar lágrimas de la audiencia y hasta de la propia cantante. Su voz, sin duda potente y espectacular, combinada con los movimientos de baile sensuales y algo raperos propios de algún miembro de G-Unit, mantuvieron al público emocionado y deseoso de más miel y despecho de Carla Morrison.

Setlist