Brigadistas y vecinos son la fuerza que mantiene de pie a Jojutla

Sahib Ramírez Fotos: Emmanuel Zaragoza / Sahib Ramírez

“Ni fotos, ni protagonismo… Lo principal es ayudar a los damnificados” es la consigna de los brigadistas que desde el primer momento después del sismo del 19 de septiembre han trabajado en Jojutla, Morelos, para rescatar a gente del interior las casas y comercios colapsados en la localidad.

Vecinos, así como voluntarios de Estados como Nuevo León, Sonora, Puebla y Veracruz, son la fuerza que ayuda a quienes perdieron su casa, trabajos e incluso familiares en la catástrofe inédita en el municipio ubicado al sur de Morelos. Las cifras preliminares superan las 400 estructuras colapsadas, entre viviendas y comercios. A decir de los propios afectados las autoridades se encuentran rebasadas.

“El miedo y el pánico me sobrepasan. Los que pudieron correr corrieron, los que no, se quedaron adentro del local. A mi me calló una lámina de asbesto en la cabeza, pero en lo único que podía pensar era en mi familia”, recuerda Leobardo Flores, de 45 años, a quien el sismo lo sorprendió en su centro de trabajo, un negocio donde día con día prepara alimentos.

A Don Luis, electricista de oficio, el movimiento telúrico lo sacudió en las calles del centro de Jojutla, ante sus ojos y los de varios vecinos una casa se vino abajo. “Mi primera reacción fue correr y tratar de sacar a las personas que se encontraban adentro. Como topos empezamos a rascar hasta que pudimos sacar a un bebé de entre las piedras. La mamá lo había intentado proteger con su cuerpo. Los dos murieron.”

Los trabajos en el municipio, continúan sin importar el cansancio, la hora, las inclemencias del clima o el riesgo que implica trabajar entre escombros, fugas de gas y edificios con daños estructurales significativos.

 

 

 

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