El cielo existe en la tierra y se materializa año con año en la Berlinale.
Hace casi una década, haciendo mi primer reporte desde San Sebastián, comparaba los festivales de cine con Disneylandia. Hoy, siguiendo con las comparaciones, tengo que decir que la fantástica sección de Culinary cinema es uno de los mejores inventos del festival de cine de Berlín y hace que el viaje valga aún más la pena.
La idea es muy sencilla: A la proyección de una película le sigue un menú de degustación donde los fogones dialogan con lo que se vio en pantalla.
En ese sentido, la experiencia de ayer no pudo haber sido más afortunada. Al documental Campo a través: Mugaritz, intuyendo un camino de Pep Gatell le siguió una exquisita cena preparada por Andoni Aduriz, responsable creativo del éxito de Mugaritz, uno de los 5 mejores restaurantes del mundo.
¿Se puede pedir algo más? Creo que no aunque mi cobertura del festival apenas comienza.
Desde acá les sigo contando.
Un abrazo,
El More