“Без отдыха и конь не скачет” es un antiguo dicho ruso que literalmente significa “sin descanso, ni el caballo galopa”.
La anterior es una frase que juega un poco con la idea de que sin entretenimiento, las personas se vuelven aburridas y las situaciones en las que se ven inmersas se vuelven tan cotidianas que parecen avanzar en slow-motion. Con un show futurista de colores pastel y espectadores atontados que sólo quieren pasarla bien y que usan la famosa cabeza de caballo -que últimamente ha invadido Instagram- el reflejo carnavalesco de “Wishes”, el más reciente video de Beach House, se hace evidente en aquel dicho ruso y rompe con lo ordinario.
De su último álbum de estudio Bloom (Sub Pop Records, 2012) este nuevo visual dirigido por Eric Wareheim –un comediante absurdista con una visión del mundo extrañísima– presenta al famoso Ray Wise (Leland Palmer de Twin Peaks!) como el místico maestro de ceremonias de un evento muy bizarro y hasta irreal. Es una especie de espectáculo de medio tiempo en algún campo de futból americano –curiosamente en “Wild” aparece una foto de un campo así– que mezcla un acto cliché de porristas con uno de artes marciales y armas láser como salidas de un futuro distópico.
¿Cuál es el significado de “entre el sueño y la realidad”? Hay dos materiales de Beach House que podrían servir de respuesta a esa pregunta y tienen en común que ambos incluyen una versión visual de “Wishes”. El primero es el atmosférico cortometraje Forever Still –inspirado en el Live at Pompeii de Pink Floyd– que publicaron en febrero como parte de la promoción para Bloom; y el segundo, este nuevo video. Aunque en uno aparece físicamente el dúo de Baltimore y en el otro no, ambos tienen similitudes: un aspecto neblinoso de humo morado, miradas perdidas o vacías y una iluminación nocturna como de estadio.
“Wishes” es un desfile de rarezas que mantiene embobada a la audiencia con maromas, luces y colores. En medio de un número con cheerleaders de movimientos exagerados y sonrisas fingidas, Ray Wise monta un corcel blanco y pretende cantar lo que en realidad pertenece a la voz de Victoria Legrand. Aún entre esa alegría actuada de proceder cuestionable, la extraña angustia pasiva que caracteriza a la música y al estilo de Beach House –y en especial al de Legrand– sigue presente en “Wishes” y no pretende desvanecerse pronto.