Los gastos de publicidad han sido un tema controversial en el proceso de campañaspresidenciales, teniendo en cuenta que todos los procesos electorales concluirán el próximo 27 de junio, la pregunta es...¿qué pasará con toda la basura electoral?
El gasto en propaganda se refleja casi inmediatamente la cantidad de basura electoral generada por los partidos políticos, en el intento por posicionar a su candidato como el vencedor. En una entrevista otorgada a Notimex Sara Castellanos Cortés (militante del PVEM) dijo que en el año 2000 hubo 48,032 toneladas de basura electoral, para 2003 la cifra aumento a 78,000 toneladas y en 2009 la cifra llegó a 198,000 toneladas.
La basura es generada, incluso, por aquellos que contemplan en sus propuestas condiciones amigables con el ambiente, lo cierto es que hasta ahora las cifras de basura electoral siguen en aumento y el destino de dicha propaganda es aún incierto. Según la Dirección de Mejoramiento Urbano de Guadalajara, en promedio cuesta 10.40 pesos retirar cada colgante y si se trata de calcomanías el costo aumenta a 15.60 pesos. La basura electoral se ha convertido no sólo en un problema cívico y urbano, también en un problema económico que no se resolverá hasta que los partidos políticos encuentren formas alternativas de propaganda que sean más amables con el ambiente (y el gasto público).