Nos toca el cambio. Qué difícil. Tus ídolos se van y los que serán apenas dan sus primeros pasos. Una agonía hiriente porque se van a medias. En tono gris. Huyen del máximo nivel a cambio de unos billetes verdes que asegurarán su futuro. Cómo culparlos si será el final. Uno de 36 y el otro de 34 años, pero aún juegan mejor a la pelota que cualquiera de 20 o 25.
Inglaterra hizo y tuvo a una de las mejores medias del mundo en la última década en lo que a futbol se refiere. De Paul Scholes a David Beckham. De Franky Lampard a Steven Gerrard. Todo corazón y todo terreno estos últimos dos. Jugadores franquicia. De esos que como Francesco Totti ya no hay. De los que nacen, crecen y se reproducen en su club. Los que dejan semilla y un legado. Pero que últimamente se van a probar otras mieles. Otros horizontes y otras caricias.
El mágico cantautor español de Úbeda, Jaén, tiene varios párrafos atinados. Varios me refiero a un cuantioso libro de frases. Sabina el del bombín, como Joaquín se refiere a sí mismo en varias ocasiones, dice en una de sus melodías un párrafo interesante para la situación: “Y morirme contigo si te matas. Y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando no muere mata. Porque amores que matan nunca mueren”. Contigo, título de la pieza, explica claramente lo que el adiós de Gerrard al Liverpool, como el de Lampard al Chelsea significan para su afición y para ellos mismos. De piel a piel y hueso a hueso. Eso son los capitanes. Ambos el número 8. Aunque Steven Gerrard tiene más arraigo al equipo del puerto, Frank Lampard, sin tantos años en la institución “Blue”, construyó casi lo mismo. Un adiós que rasga. Que fragmenta y que no da señal de vida para ambos clubes. El Chelsea, arropado por la plata, puede disfrazarlo. Pero el Liverpool no.
Fueron 17 temporadas de Stevie con el Liverpool. Estuvo desde los 8 años en el club de su ciudad. Capitán desde el 2003, 178 goles y contando, 696 partidos y los que le faltan. Tan grande es el “Capi” que la frase del club refleja su andar en cada partido: “You´ll never walk alone”. Gerrard nunca dejó sólo a su equipo. Un andamio y un sostén del mismo.
Steven Gerrard, mucha suerte en el Galaxy, tu posible futuro en la MLS, pero ayúdanos y explícale a Leo Dan sus plegarias: “Por qué se fue y por qué murió, porque el señor se lo quitó…”.
Juan José Ramírez