Texto de Daniel RZ DFW alguna vez dijo que no existe el Ateísmo; todos incontrolablemente rendimos culto a algo, la única elección que tenemos es a Qué decidimos rendirle culto. En este sentido, el autor argumenta que lo que lleva a las personas a rendir culto a algo “espiritual” o “divino”, o a alguna especie de código ético absoluto e inviolable, es que otro tipo de objeto [inmediato/material] nos devoraría por completo (e.g. nuestros cuerpos: eventualmente se deteriorarán). Have a Nice Life entiende eso, y eleva entonces una segunda plegaria a lo único capaz de liberarnos, a la Nada «no ser».
The Unatural World, el segundo LP de este dúo Americano, presenta una versión más refinada y destilada de la fórmula que los convirtió en una banda de culto desde que su debut, Deathconsciousness, apareció en el 2008. La confusión, angustia y ofuscante pasión del black metal escandinavo de los 90’s; la crudeza y propulsión rítmica del post-punk británico de los 80’s; y las texturas y emociones del noise, del drone y del shoegaze, se conjugan creando un estilo único y refinado que aunque parece obvio (sus influencias lo son, sería ocioso mencionarlas), resulta inimitable debido a la convicción, sinceridad y rigor con el que lo arrojan. Agreguemos a ello una innegable sensibilidad pop (ahí está… enterrada debajo de todo el ruido, pero ahí está), y es claro que nos enfrentamos a una banda que sabe interiorizar, asimilar, y activar los elementos más importantes de todo aquello que los inspira, y que además tiene la capacidad de canalizar todo de forma coherente y precisa.
En 40 minutos, HaNL transmite con furia y determinación un mensaje de afirmación y esperanza, fundado precisamente en eso que alimenta nuestra ansiedad; y es así, en una paradoja y contradicción, donde encontramos verdad. A veces lo único que necesitamos es aceptar lo que somos, y una banda con muchos huevos que nos lo recuerde. Rindamos culto.