La argumentación en torno a las posibilidades estéticas del sonido nunca han sido concluyentes, es decir, estas posibilidades son infinitas, y se van descubriendo nuevas cualidades en los campos musicales, tecnológicos, o de la salud. El nivel de influencia que el sonido ejerce en la vida cotidiana es innegable, seamos capaces de registrarlo o no. Es un hecho que las ondas sonoras atraviesan el cuerpo humano, estas ondas son filtradas y gracias a ciertos órganos son interpretadas como estímulos a los cuales estamos programados genéticamente para responder. Sin embargo ¿qué ocurriría si la investigación del sonido sugiere que puede ser usado de modo alternativo? Aquí detendríamos el único propósito de ser un estímulo residual, producto de una vibración corporal, o excitación del medio circundante que a su vez empuja el medio por el que las ondas se propagan. Dicho más coloquialmente, el sonido puede ser usado como energía, y esa energía puede ser usada de muchas maneras; todas las malas ya han sido probadas y vendidas, como los proyectiles acústicos, capaces de detener turbas completas; y si puede lastimar, seguro el sonido puede aliviar.
Esta entrada es el pretexto para hablar de este proyecto del Ksana Institute, llamado Acoustic Levitation Through Vocal Discharge, en el que se proponen probar que un individuo es capaz de desplazarse o sostenerse en el aire con la sola proyección de la voz. Algo así como un uso práctico del Kame Hame Ha. A continuación un video, que no prueba nada de lo que el supuesto instituto propone, pero que ilustra la intención de que el individuo "Class 1 Audiobod", de nombre Wandan, puede levitar con el uso profundo de su voz, característica por ser muy grave.
Abajo el video:
ACOUSTIC LEVITATION THROUGH VOCAL DISCHARGE from Kayalight Studios on Vimeo.