40 años de que el Hellion nos vigila desde los cielos
Desde una tierra desconocida y a través de cielos distantes llega un guerrero alado. Nada permanecerá sagrado, nadie está a salvo del Hellion que lanza su llamado a la batalla… Gritando por venganza.
Mientras el Hellion monta el viento como un vigilante ―con el aspecto que le dio el artista Doug Johnson―, su ojo eléctrico espía y fotografía las vidas privadas de los ciudadanos, alimentándose de sus pensamientos. Las tres primeras canciones de Screaming for Vengeance confeccionan un gran punto de partida enérgico para lo que parecería un álbum conceptual sobre este guerrero alado: "The Hellion", "Electric Eye" y "Riding on the Wind"; sin embargo, a Judas Priest aún le tomaría 16 años para concebir una obra conceptual, titulada Nostradamus, que trata en su integridad sobre este legendario personaje.
Una vez que nos hemos desplazado a 1982 sobre las alas del Hellion, podemos percibir que Screaming for Vengeance es un álbum más pesado que sus dos predecesores. Con British Steel, su sexto disco, habían dado un giro pop que logró alcanzar a una audiencia más amplia, gracias a melodías reconocibles y cantables como "Breaking the Law" y "Living after Midnight". Aunque trataron de repetir la fórmula en Point of Entry, las cosas no salieron como esperaban: tras su tibia recepción, Ian Hill declaró que Point of Entry no era sólo un álbum comercial, que había cosas buenas; Rob Halford se sintió decepcionado por la reacción del público; mientras que K. K. Downing reconoció que después del suceso de British Steel estaban muy presionados por la disquera para hacer éxitos de radio.
En este contexto, se buscó un sonido más sólido para el álbum de 1982, aunque conservaron al productor Tom Allom quien, al igual que el baterista Dave Holland, habían comenzado una fructífera relación con Judas Priest desde British Steel. El sencillo amigable para radio lo representó "You've Got Another Thing Coming", que logró cumplir con las expectativas: entró a la lista de la Billboard y a la fecha permanece como una constante en sus presentaciones. A la rapidez de las canciones que abren el álbum se une la titular "Screaming for Vengeance", aunque también se puede encontrar un tono lento, espeso, casi stoner, que se arrastra bajo los acordes de "Pain and Pleasure" y "Fever", que pudieron haber formado parte del Sin after Sin, de 1977.
La unidad creativa es la clásica tercia de Glenn Tipton, Rob Halford y K. K. Downing, aunque "Take this Chains" tiene como autor a Bob Halligan Jr., quien volvería a escribir para el quinteto en el próximo álbum, Defenders of the Faith, producción que, gracias al buen recibimiento de Screaming for Vengeance, mantuvo un estilo similar, antes de integrar guitarras con sintetizadores en Turbo (al igual que Iron Maiden en Somewhere in Time, ambos de 1986).
A 40 años del lanzamiento de esta obra referente del heavy metal ochentero, Judas Priest comprendió su valor conceptual y, en colaboración con Z2 Cómics, editó una novela gráfica con una historia apocalíptica extraída de las letras del álbum; su estilo, si bien basado en el arte original, tiene una aproximación distintiva de los cómics actuales, en cuanto al trazo y el manejo del color. En este relato se buscó adaptar las letras del álbum para darle coherencia (por ejemplo, la "Bloodstone" es un descubrimiento científico). Tal vez en 2024 veamos salir la novela gráfica del Defenders of the Faith y por fin se materialice nuestro sueño de ver enfrentarse al Hellion y el Metallian.