Cifras de pérdida de empleo: Pedro Tello Villagrán, consultor en economía.
En entrevista en #RADAR909 con Pedro Tello Villagrán, consultor en economía, sobre las cifras de pérdida de empleo por #COVID19 nos comenta que en el mes de marzo las cifras procedentes del Seguro Social indican que se perdieron 130,593 puestos de trabajo y que para el mes de abril, según cifras del IMSS que vamos a tener esta semana, las estimaciones oscilan entre 450,000 y 700,000 puestos de trabajo perdidos. Esto se debe a que, en abril, el decreto que se emitió a mediados de marzo definiendo cuáles eran las actividades económicas esenciales que podían seguir en operación y aquellas que no lo eran y tenían que cerrar, enviando a sus trabajadores a casa provocó que un importante número de empresas, desde los sectores aeronáutico hasta la industria de la construcción, pararan literalmente sus actividades.
Para darnos cuenta de qué tan fuerte fue el frenón para las actividades económicas, los datos de la industria automotriz que es uno de los sectores que ya sabemos qué pasó en abril. El ensamble de automóviles en México cayó casi 99%, la exportación de vehículos al exterior tuvo un retroceso del 90% y la venta de automóviles en el mercado nacional cayó 64%. Esto significa que, para la industria automotriz todas las actividades que dependen como proveedores directo o indirecto del sector automotriz que opera en México, abril fue un mes catastrófico.
Si nos vamos a la industria de la aviación, de los restaurantes, la industria del calzado, la textil, la construcción, la minera, etc., todas estas actividades que no son esenciales y debieron parar, evidentemente, muchas de esas empresas ya no van a volver a abrir, tal y como se está empezando a dar cuenta a raíz de las encuestas que publican lo mismo el Consejo Coordinador Empresarial que la CONCANACO, que la CONCAMIN, representante del sector empresarial en México.
En cuanto a la descalificación presidencial del PIB señaló que es absurdo suponer que en un país prescindir de signos vitales como el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), la inversión productiva, la inflación o los empleos pueden ser sustituidos solamente por la sensación de bienestar y felicidad en los hogares de México. No hay manera de construir políticas públicas sensatas, consistentes, reales, si no le seguimos la pista a estos signos vitales.
Conversamos también sobre las posibilidades de recuperación del empleo pronto y nos comentó que todo dependerá de con qué rapidez y con qué solidez la economía mexicana retome el curso ascendente tan pronto se normalicen las actividades. Y esto último, la rapidez de recuperación, está directamente relacionada o depende de dos factores: primero, cuántas empresas van a volver a abrir sus puertas y dos, en qué condiciones esas empresas van a empezar nuevamente a operar tan pronto reinicien sus actividades. Y esto último está al mismo tiempo directamente relacionado con cuánta demanda por sus productos y sus servicios van a encontrar en el mercado nacional, cuánta rapidez van a tener para cobrar las facturas de los productos que van a entregar al sector público, a las grandes cadenas comerciales o a sus clientes, que van desde abarrotes hasta empresas pequeñas. Y estas son las preguntas que no podemos efectivamente responder.
Lo que es un hecho, por lo que han comentado las Cámaras tanto de la Industria y del Comercio, que por lo menos una de cada tres empresas que ha cerrado, de las no esenciales, no va a volver a abrir. Lo que significa que el efecto sobre el empleo va a ser estructural e implica al mismo tiempo que la velocidad de recuperación de puestos de trabajo va a ser mucho menor que el pasado reciente.