La Fórmula Secreta - Vol. III.IV: Naturaleza
“Un campesino le hizo un favor al buen Dios y esto lo habilitó a pedir un deseo. Pidió que todos los días alternaran el sol y la lluvia. Sus granos crecieron indudablemente mucho más que en años anteriores, los de economía no planificada, por decirlo de alguna manera. Pero la cosecha demostró que en las espigas no había granos. El campesino había olvidado pedir el viento.”