Por Re Esteva (@subhigh) Como si no fuera suficiente que los dos ojos entre amarillos y anaranjados de Juana Molina alcanzan a intimidar a cualquiera que la vea directo a la cara (y tenga la capacidad de sostenerle la mirada a alguien con tanta presencia), la artista argentina ha mutado y se ha convertido en una criatura con cara azul y tres ojos para protagonizar el video de “Eras”.
Parte de su más reciente producción, Wed 21, tanto el track en sí como el video son algo que parece la unión alterada del video de Brothers Quay para “Can’t Go Wrong Without You” de His Name Is Alive y algún personaje que se escapó directo de un cuadro de la pintora surrealista Remedios Varo.
Elementos que mezclan la alquimia para crear poderosas drogas somníferas que se beben en elegantes copas de cristal, huevos blancos y dorados que se mueven por su cuenta y el tejido con algún tipo de hilo que trae todo lo que toca a la vida. Entre todo eso y una musicalización excelente, que fusiona lo mejor de los materiales pasados de Juana Molina con algo fresco y menos lleno de capas, “Eras” bien podría ser la representación en video de alguna obra como Tejiendo el manto terrestre. Igual que en el cuadro, aquí un personaje enmascarado y espeluznante, utiliza a quien sea y drena energías con tal de crear algo, aunque no se sabe bien para qué.
En realidad, para Juana Molina el por qué crear algo no parece ser la clave que se necesita para descifrar lo que hace. Lo aterrador y básico de “Eras” se refleja más bien en el hecho de que entre cantos raros –como los de los Oompa Loompas que salen en la película de Charlie & The Chocolate Factory– y una cena formal en la que la extraña criatura acaba por drogar a todos, el fin último de Juana Molina es robarle una parte esencial a alguien para ponérsela a su muñeca tejida. Y al hacer esto, “Eras” deja muy en claro –justo como lo hacía Remedios Varo en sus pinturas– que hay algo oscuro y mágico en saber que tal vez uno no puede estar completo, pero la creación propia sí.