A ocho días de recomendar una de las cintas argentinas más exitosas del año, el cine nos obliga a voltear de nuevo a Sudamérica, ahora hacia Venezuela, para nuestra selección de este fin de semana. Triunfadora en los Festivales de San Sebastián y Tesalónica del año pasado y suceso de crítica internacional Pelo Malo es mucho más que una película polémica que parece criticar el polémico régimen de Nicolás Maduro.
Retrato de la maternidad en tiempos de crisis en Caracas, un territorio duro y lejano a la imagen turística y el paraíso del sueño de las reinas de belleza, la historia dirigida por Mariana Rondón es una muestra más del buen estado de salud de una cinematografía que lleva un par de años llamando la atención en el circuito global de festivales.
La anécdota que se cuenta es directa y sencilla: Junior vive con su mamá y su pequeño hermano. Quiere vestirse para su foto de la escuela de cantante y no de soldado como todos sus amigos. Quiere ser diferente. Tiene el pelo chino y lo quisiera tener lacio. Tiene el pelo malo.
Frente a las diferencias de opinión y criterio de su mamá y su abuela ante sus gustos Junior crece confundido y con miedos en un peligroso edificio multifamiliar en un barrio pobre que bien podría estar situado en la Ciudad de México, Sao Paulo o Lima. Lo que pasa ahí podría suceder lo mismo en cualquier otra metrópoli de cualquier continente y tiene que ver con lo difícil que puede resultar estos días ser distinto a los demás.
Al final lo que quiere Junior no parece demasiado: un traje bonito para tomarse una foto. Un poco de aceptación y cariño de su mamá. Que no lo maltraten ni amenacen. Poder cantar su canción favorita: "Mi limón, limonero".
Por esto y más este fin de semana hay que ira ver Pelo Malo.
Por aquí nos seguimos encontrando.
Un abrazo,
El More