Por: José Garrido
La década de silencio terminó y la retrospectiva comenzó. Hace más de cincuenta años que David Bowie comenzó su trayectoria musical marcada por un estilo innovador acompañado de su peculiar voz y enmarcado bajo un cuadro intelectual. El lanzamiento de The Next Day (Columbia Records, 2013) rompió con una larga ausencia en la escena musical para consolidarse, una vez más, como el gigante que aún tiene mucho por contar.
Recientemente anunció su nuevo sencillo “Sue (Or in a Season of Crime)” grabado con su colaborador por excelencia, Tony Visconti y que va a ser estrenado el domingo como parte de su vigésimo quinto álbum Nothing Has Changed (Columbia Records, 2014). Podemos esperar una compilación a manera de retrospectiva en su vida, tal cómo lo ha demostrado a lo largo de su carrera, en donde a pesar de los cambios y mutaciones, la esencia musical se encuentra intacta.
Quizás el atractivo principal es la enorme capacidad de producción musical que con el tiempo logró atribuirle un lugar dentro del salón de la fama del rock. Continuando con el halo enigmático que lo rodea, cada lanzamiento es una oportunidad para despertar en nosotros esa vena que conecta la música con las emociones y en donde no sabemos que esperar gracias a la reinvención que lo caracteriza.
En fin, no podemos exigir nada más de un artista que ha dejado su legado tanto en la escena musical como social influenciando a generaciones completas y menos si nos permite a todos, al menos por un día, ser héroes.