Un direttore senza la sua orchestra è muto. Riccardo Muti y la Orquesta de Chicago Teatro Juárez
Por Agustín Peña
Hay una suavidad y elegancia en los movimientos e indicaciones de este director que permite al espectador perderse en su interior y dejar que la música haga lo suyo en la mente; o bien poner atención en los registros y ejecuciones de los músicos. La limpieza y precisión son absolutas, el programa dedicado a Franck y Brahms fue emotivo, digno del público del Cervantino que acude para ser conmovido. Momentos de éxtasis al cierre de cada Sinfonía. Riccardo Muti es condecorado con la Presea FIC. Cerró con el Nocturno de Giuseppe Martucci, napolitano al igual que Muti. Y asemejó un pueblito de la región de Umbria como Guanajuato. La noche fue ideal, un Teatro Juárez que no dudó en ponerse de pie ante una función vendida con mucha anticipación. El comentario casual fue “con él se completa lo mucho o poco que uno haya escuchado”. Sonrisas nocturnas, satisfacción, y dispersión de gente que comienza la segunda semana del programa Cervantino.
Programa:
Sinfonía en re menor - César Franck (1822 - 1890) I Lento. Allegro non troppo II Allegretto III Allegro non troppo
Intermedio
Sinfonía No. 2 en re mayor, Op. 73 - Johannes Brahms (1833 - 1897) I Allegro non troppo II Adagio non troppo III Allegretto grazioso (quasi andantino) IV Allegro con spirito
Entrega de la Presea FIC
Cierre
Nocturne Op. 70, No. 1 - Giuseppe Martucci (1856 - 1909)
FOTO: Todd Rosenberg / Orquesta Sinfónica de Chicago