El show de The Kills en el José Cuervo Salón este 4 de junio fue básicamente, un festival de tamborazos y guitarrazos lleno de energía y vicio. Y al decir vicio no se habla de drogas o alcohol necesariamente, sino del buen vicio del que se ha hecho The Kills para sus presentaciones en vivo: tocar sus mejores canciones de forma violenta, apasionada y curiosamente, ordenada. Alison Mosshart y Jamie Hince salieron al escenario con calma y ocuparon sus lugares como completos dueños/dioses del lugar, los dobles tambores con sus respectivos bateristas sonaban completamente coordinados y la gente no se empujaba demasiado (raro en un venue donde de hecho es muy difícil ver ALGO si uno mide menos de 1.60).
Además de eso, el setlist también tuvo una buena organización que se balanceó entre lo mejor de materiales anteriores como No Wow y discos más nuevos como Blood Pressures. Entre esas canciones se pueden recordar bien “Future Starts Slow”, que es parte del álbum más reciente y fue una de las primeras en sonar, y "Fried My Little Brains" que sonó en el encore y es parte de Keep on Your Mean Side, el álbum debut.
En cuanto a lo visual, el show fue bastante sencillo y justo por eso, valía la pena fijarse antes que nada en la música que hacía The Kills en el momento. Todo, incluyendo la iluminación, la forma en que estaban puestos los instrumentos y la vestimenta de Hince y Mosshart, demostraba que The Kills sabe cómo dar shows y hacer sentir a su público sin tener que deslumbrar con espejos de colores, que en este caso vendrían más bien en la forma de luces.
https://www.youtube.com/watch?v=ruc1jTK2H_s
Un momento muy relevante en el concierto fue cuando sonó “Black Balloon”, parte de Midnight Boom. En lo musical, el corte es de lo más directo y repetitivo que tiene The Kills y aún así, es de los más amados por la crítica y los fans. En cuanto se escucharon los aplausos y tamborazos distintivos del inicio de la canción, muchos de los que han seguido desde hace algunos años la trayectoria de la banda comenzaron a moverse y a cantar las letras línea por línea. Esos últimos minutos antes de las canciones extra fueron lo más emotivo del show y lo que en realidad ató a The Kills y a la audiencia a un círculo vicioso en el que si el dúo viene otra vez a México, los que estaban en el José Cuervo Salón el 4 de junio irían a ver de nuevo a este proyecto híbrido entre la elegancia de Inglaterra (Hince) y la crudeza de Estados Unidos (Mosshart) sin dudar.