Sin duda, el dolor más fuerte que puede sentir un padre o una madre de familia es perder a un hijo. “La Madriguera” (o “Rabbit Hole” como es el título original) es una historia escrita por David Lindsay – Abaire que fue adaptada al cine en un principio, nominada y ganadora de varios premios (Nicole Kidman nominada a mejor actriz en los premios Oscar), luego adaptada al teatro (ganadora del Pulitzer en el 2007) y ahora traducida al español en México.
El argumento principal es ilustrarnos la “madriguera” en la que viven unos padres que sufren la muerte de su hijo de 4 años y todo el entorno familiar e interpersonal con el que tienen que lidiar día tras día, entendido como un sentimiento de vértigo o vacío.
Cuenta con un texto extraordinario y sobre todo muy bien manejado en el que el simple diálogo envuelve al espectador en este ambiente tan difícil y tenso.
Se sitúa en la época actual dentro de una familia de clase media-alta cuyos miembros poseen aspiraciones y formas de pensar muy diferentes.
La actuaciones son realmente buenas, con un elenco conformado por Ludwika Paleta, Flavio Medina, Dominika Paleta, Luis Arrieta, Isela Vega y Andrea Torre alternando en ciertas funciones.
La dirección a cargo de Iona Weissberg es impecable y llena de intensidad en todo momento.
La escenografía e iluminación a cargo de Sergio Villegas y Matías Gorlero respectivamente son parte fundamental de la puesta, ya que nos dan una perspectiva real de una familia con las características ya mencionadas y con la situación tan difícil de afrontar.
Ponerse en los zapatos de unos padres cargando con ese dolor sobre sus hombros es prácticamente imposible, pero definitivamente viendo “La Madriguera”, el público puede tener una idea mucho más amplia de lo que representa una muerte de dicha magnitud.
“La Madriguera” es una producción de Juan Torres y Guillermo Wiechers que son los únicos productores mexicanos que han llegado a trabajar en Broadway.