“Monos peinando a la mujer del espejo”, Francisco Toledo, 2005.

Francisco Toledo (Juchitán, 1940 - Oaxaca, 2019) contó en una entrevista que su formación gráfica se dio desde a temprana edad, cuando llegó a estudiar a Oaxaca en la década de los 50 del siglo pasado. El recuerdo lo recupera santacultura.mx, a propósito de la exposición Gráfica 1999-2019, con la que la galería Juan Martín conmemora los 20 años que el artista estuvo presente en el espacio cultural.

“Entré a la Escuela de Bellas Artes, y en 1955, a la edad de 15 años, entré al taller de grabado de Arturo García Bustos, continué en la Escuela de Diseño y Artesanías en la Ciudadela en la Ciudad de México, después en París hice litografía y a mi regreso continué con el grabado en madera y metal. He hecho cerámica, objetos, dibujos, pinturas y acuarelas, un poco de todo, en los libros que Banamex editó de mi obra se puede ver que hay un artista que se ha metido en todo”.

Toledo fue un artista que produjo un gran número de obra gráfica, uno de los espacios donde solía exponer en México era la Galería Juan Martín —en Dickens 33-B, Polanco—, donde la muestra se inaugura el sábado 7 de marzo a las 11:00 horas.

El fundador de espacios culturales como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), recordaba que durante la época que trabajó en el taller de Mario Reyes en la Ciudad de México de 1968 a 1999 en el país la gráfica no tenía la difusión que tiene ahora en galerías:

Imagen vía México News Daily. — Imagen vía *México News Daily*.

“Cuando yo estaba en México, en los setenta u ochenta no se vendía la gráfica, los únicos que vendían eran Rufino Tamayo y José Luis Cuevas, salían a Nueva York y Francia, ahí trabajaban en los talleres y traían sus copias a México, ellos preferían hacer litografía y su obra se vendía muy bien, fuera de ellos no circulaba mucho la obra gráfica. Al Taller de la Gráfica Popular nunca le interesó comercializar lo que hacía, más bien era para regalar porque hacían volantes, sobre todo buscaban difundir un mensaje político, no buscaban vivir de eso”.

La galerista Graciela Toledo contó que las piezas que integran Gráfica 1999 – 2019, son parte de la primera exposición que él realizó con la Galería Juan Martín y el único grabado que les envió en 2019 poco antes su muerte. En el texto que acompañan las obras, Fernando Gálvez de Aguinaga escribió: “Toledo inventó instrumentos para trabajar, los improvisó al momento de estar resolviendo alguna imagen que requería una textura o una línea diferente. No hubo técnica de la estampa que no conociera”.

Destacó que una exposición como esta, está a la altura de las series más memorables en la historia de las artes de la estampa, como lo serían: “Las Cárceles de Piranesi” o “Los Caprichos” de Goya.

“Francisco Toledo fue un descomunal artista gráfico, uno de los más grandes de la historia del arte”.

Gálvez de Aguinaga mencionó que reunir 20 años de presencia gráfica de Francisco Toledo en la Galería Juan Martín, es un regalo magnífico de (las galeristas) Malú Block y Graciela Toledo, pues “nos permite adentrarnos en el fluido de su pensamiento, su visión, a través de piezas que él mismo eligió a lo largo de los distintos años para ir exponiendo en su galería de la Ciudad de México”.