En alguna ocasión Bob Marley asumió que las guerras seguirán mientras el color de la piel sea más importante que el de los ojos y si el voraz apetito económico devora a la inocencia lúdica, los conflictos bélicos seguirán dominando al mundo pero si en 90 minutos todos somos iguales, bienvenido sea el fútbol y el camino hacia su máxima expresión la Copa del Mundo.