Otra vez llegó esa época del año en la que hacemos una lista que recopila los discos que nos parecen los más matones. Sin mayores preámbulos, y obedientes a nuestra causa, aquí les dejamos esta lista divida en dos lados, este es el Lado B.
Reseñas de: Almendra Hernández, Claudia Jiménez, Felipe Arias, Rodrigo Jardón, Sr. Amable, Uriel Waizel.
20- Los Straitjackets - Jet Set - Yep Roc (EUA)
Desde la siempre musical ciudad de Nashville, llega este poderoso coctel de surf y garage en unas tremendas máscaras de lucha libre. Y con este, ya son trece los álbumes donde nos hacen navegar en una empinada y violenta ola de psicodelia. Y en su viaje, pareciera que bajo las identidades de este cuarteto enmascarado estuvieran el Super Agente 86, Sean Connery, Dick Dale y el campeón de turno de una carrera de bólidos. Temas instrumentales en títulos diversos que nos llevan por buena parte del mundo, incluyendo –cómo no– este continente.
19. Bomba Estéreo - Elegancia Tropical - Polen / Terricolas Imbéciles (COL)
El regreso discográfico de Bomba Estéreo es bien ambiguo: tan serio como festivo, reitera igual que propone, es música para oír por igual sentado o bailando. Y sin perder su merecida entrega a las pistas de baile, esta banda colombiana quiso entregarnos en 2012 una obra mucho más profunda y madura. Y el ejercicio va de calientes duetos con BNegão y Buraka Som Sistema a champetas experimentales, evocaciones de techno ochentero, románticos guiños al pop y diálogos con el canto negro que trascienden las fronteras colombianas.
18- Hidrogenesse - Dígito binario dudoso - Austrohúngaro (ESP)
Digito Binario Dudoso es un disco homenaje a Alan Turing, o una pieza artística y museográfica sobre dicho personaje. Un disco que se agota a sí mismo, un universo engranado que despliega una sincera invitación a reivindicar a uno de los grandes matemáticos de la historia. Hidrogenesse retoma a su héroe dormido para despertarlo en la actualidad, y comprometerlo en un relato de la tecnocracia contemporánea frente al romanticismo, casi museográfico, con el que se enaltece una bizarra relación entre la humanidad y las máquinas. A lo largo de 8 tracks el pop-modular de Hidrogenesse hace visitas al cha cha chá, a los teen tragedies, al vals al swing, a la ciencia ficción y a las películas de espías para invocar a este visionario. Pero Turing no es el único personaje principal, a lo largo del disco las maquinas cobran una notable participación como elementos narrativos y como herramientas de creación.
17. Descartes a Kant - Il Visore Lunatique - Intolerancia (MEX)
Nadie le dijo a Descartes a Kant lo difícil que sería componer todo un disco alrededor de las cartas de una escritora neoyorquina, que prefiere ver la vida a través de la locura. El trabajo de Victoria Dickens le dio a la banda un amplísimo imaginario de patologías y trastornos psíquicos sobre el cual basarse para crear cortes musicales impulsivos, viscerales y esquizofrénicos. Il Visore Lunatique, significa “El espectador temperamental”, pero la puesta en escena que la banda desarrolla alrededor del disco no solamente deja al público como audiencia: el performance tiene cabaret, porristas y robos de los 50, que adentran a la gente al imaginario psicótico del sexteto en todo momento. Si le incomoda la represión de sus instintos, éntrele al mundo de Descartes a Kant: un mundo explícito donde la locura es la seule option pour être, “la única opción de ser”.
16. Sonido Gallo Negro - Cumbia salvaje - Grabaxiones Alicia / Casete (MEX)
Cumbia Salvaje no es uno de esos álbumes que llegan tarde al revival de la música tropical desde el ángulo del kitsch. Ni un grupo que replica la chicha desde un software para hacer loops: con varios años de experiencia acumulada, miembros de Los Twin Tones y Telekrimen, aprovechan el dominio del surf con subgéneros en el sci-fi, country y rockabilly, para explorar –desde una perspectiva muy chilanga y muy garagera–, las espesas selvas de la chicha peruana. Pero aquí no hay alucinaciones a través del ayahuasca, sino a partir de espeluznantes grabaciones de predicadores callejeros, evangelistas radiofónicos y vendedores de remedios mágicos del Mercado de Sonora en el DF. Más allá del cliché de asociar a la música surf con la Lucha Libre, éste álbum sí se deja poner como banda sonora alterna sobre las imágenes de cualquier película del Santo y Blue Demon (¡inténtenlo!). Acrecentado por el glamour que otorga el involucramiento del Dr. Alderete, el debut en forma de Sonido Gallo Negro adquiere aún más credenciales de la región más chida del under mexicano: el gurú del diseño exótico aportó el arte del disco y los hipnóticos visuales para el acto en vivo (donde incluso toca el Theremin). Sí, sí. Este es el típico caso de un gran álbum lanzado a final de un año –2011– que no entró en las listas de aquel entonces, pero que para beneplácito del público, vino a reventar en este 2012. En un post de Panamérika, ya bien decíamos que la chicha es a la cumbia, lo que el mezcal al tequila. Mientras la cumbia ya ha sido descifrada y explotada comercialmente –como el tequila–, la chicha –como el mezcal–, aún permanece misteriosa: su elaboración es más artesanal y más difícil de reproducir. Y este año sí que tomamos mucho mezcal y escuchamos chicha de a montón.
15. Dolores - Disco Póstumo - Origami Records/ Terrícolas Imbéciles (ESP)
Agresivo pero a la vez mágico, la última producción de los españoles Dolores mezcla dream pop, shoegaze y noise en este Disco Póstumo. Dolores es un emblema entre las bandas que retoman el post-punk y los sonidos de los noventas que muchas veces se trata de emular sin éxito. Dolores logra a través del habla hispana un sonido crudo pero a la vez atmosférico y así, un álbum complejo con un lugar especial en el futuro de la música de culto.
14. Natalia Lafourcade - Mujer Divina - Sony (MEX)
Natalia Lafourcade abrió una cápsula de tiempo, un baúl empolvado en la música alternativa y trajo al presente a uno de los grandes compositores de la música Mexicana: Agustín Lara. Mujer Divina es una respuesta femenina a la pasión del Flaco de Oro, un disco transgeneracional que disfrutan las abuelas y las nietas, y prueba de una exitosa carrera como música, arreglista, intérprete y productora. Natalia Lafourcade ofrece un espectáculo exquisito que la pone a la altura de Gilberto Gil, Miguel Bosé, Devendra Banhart, Kevin Johansen, Jorge Drexler, Meme o Adrián Dárgelos, unos de los cuantos que aparecen en las colaboraciones de su álbum.
13. Lidia Damunt - Vigila el fuego - Austrohúngaro (ESP)
Hay un afán poderosamente seductor en el gusto por discos con esencias acarameladas y ahumadas, Vigila el fuego es de esos discos, con mucha osadía en el pop que se teje entre las canciones de Lidia Damunt. Cobijada por el sello seminal de Austrohúngaro, nos ofrece un recorrido por áridos paisajes casi extraterrestres que podrían ser canciones de amor y enamorarían a cualquiera, pero no lo son: aquí hay idilios literarios, juegos narrativos, viajes en el tiempo y activismo, una crónica circular sobre el Medio Ambiente. Todo esto bajo un esquema que oscila constantemente sobre el folk o la americana, la americana entendida por una española que también comprende de cabaret, de mambo y de las guitarras de su país.
12. Ases Falsos - Juventud americana - Arca Discos (CHI)
La banda conocida anteriormente como Fother Muckers se encarga ahora de demostrar que Chile no dejará de sorprendernos. Ases Falsos sabe refrescantemente a las bandas poperas con sintetizadores y secuencias con canciones de amor adolescente que nos ha dado últimamente este país sudamericano y demuestra que todavía hay potentes riffs de guitarra y letras con contenido social esperando ser escuchadas. Además el disco cuenta con una impresionante portada que muestra una versión mística del cantante mexicano de culto Juan Gabriel.
11. Monsieur Periné - Hecho a mano: Suin a la colombiana - Intolerancia (COL)
La más reciente sorpresa de la música independiente colombiana, de ahí que no pocos de sus compatriotas esperaran durante un año este debut discográfico. Cuando al fin fue lanzado, se llevó las merecidas palmas este ingenioso aporte tropical al movimiento neo-swing. Mucho Armstrong, Ellington y Reinhardt, pero también mucho tambor, bolero, Caribe y vals sudamericano. En estos tiempos de tanta libertad creativa, el Mesié nos enseña que es posible renovar sonidos apelando a métodos nostálgicos y casi artesanales.