Hay un decir en la filosofía Zen (recontado por John Cage) que dice algo así: "si algo te resulta aburrido después de dos minutos, inténtalo por cuatro. Si aún resulta aburrido, inténtalo por ocho, dieciséis, treinta y dos veces y así sucesivamente. Eventualmente terminarás descubriendo que no es para nada aburrido sino muy interesante". Cage junto con algunos otros, fue uno de los primeros occidentales en darse cuenta de que las cosas no suenan igual cuando las escuchas repetidas veces; que hay algo que fractura el sentido y que disloca el espacio y el tiempo. El joven productor mexicano, White Visitation elabora rituales electrónicos donde la repetición encuentra una extrañeza y un misticismo suficiente para provocar experiencias metafísicas.
Sin duda, White Visitation es una de las sorpresas más gratas que la música electrónica en México ha recibido últimamente. Con un bajo perfil, contadas presentaciones en vivo y un repertorio limitado pero bien distribuido, el productor mexicano ha logrado ganar la atención de los medios y una buena mira entre la escena experimental capitalina. Debutó a finales del 2012 con su participación en el compilado Cold Holiday del influyente sello inglés Opal Tapes con su pieza “Fucking Magic” y cuenta con una trilogía de impecables EP's editados en formato cassette y en digital.
Su sonido es un elegante détour por las filas del dub techno, el house y el minimal techno: jugando con frecuencias, texturas y secuencias que recuerdan a las cadencias muy de la vena de artistas como Fluxion, Porter Ricks o Andy Stott. Paisajes minimalistas donde el punto de fuga sonoro se desintegra y reincorpora en un hipnótico mantra. WV es una promesa en todo el espectro de la palabra y su presentación en el MUTEK resulta tanto sorpresiva como necesaria.
White Visitation estará presentándose en la primera edición de PLAY para el Festival MUTEK en La Faena el próximo 1 de octubre.