La madera cruje, se balancea, se parte, se moja, se quema. Los sonidos emanados de dichas transformaciones naturales se transmutan en armonías en la música de Actress. Darren Cunningham, el ceñudo y antisocial músico británico detrás del nombre, ha estudiado la naturaleza desde el mismo momento en que comenzó a hacer música. Para él, las dos forman una correlación implícita. Una unión perfecta. Cofundador de Werkdiscs (sello de Zomby) y futbolista frustrado, Darren se convirtió desde los albores de los dosmiles en un emprendedor de la música dance londinense. Sus dos primeros álbumes bajo el nombre de Actress: Hazyville (Werkdiscs,2008) y Splazsh (Honest Jon's Records, 2010) rompían la línea de la escena predominante; con ecos de r & b, techno, goth e incluso funk, pero domados por una capa soporífera y ensoñadora.
Carruseles descompuestos, armonías a punto de romperse, frecuencias rotas, armonías en blanco y negro. Actress diagrama su música con estructuras frágiles e intencionalmente lo-fi. En su más reciente disco, R.I.P (Honest Jon's Records, 2012), jugó con la idea de un cielo inalcanzable y un infierno en la tierra; melodías paisajistas contrapuestas con saturación y errores de codificación: “Jardin” “Ascending” y “N.E.W” por un lado y “Shadows from Tartarus”, “Raven” y “Iwaad” por el otro.
Su filosofía siempre ha sido la de crear un ambiente sonoro, más que una composición musical; música ambiental que lejos de sonar orgánica suena adulterada, y que por más que posea elementos "reales" transmuta a la irrealidad de los sueños. Con motivaciones como el aislamiento y el miedo a la muerte, Actress funciona como un motor para escapar de sí mismo, una herramienta de proyección y sublimación. Es su manera de fundirse con la naturaleza y de alcanzar lo inalcanzable.
Actress se estará presentando el viernes en el Nocturno 1 junto a James Holden, The Field y Delorean.
Por @xime_goka