Por Rick Supertramp Sabemos que desde hace varios años hay naciones que son atacadas por una enfermedad espantosa: la crisis. Esa plaga que escuchamos todos los días en la tele o radio. España es una de esas naciones infectadas y con el pasar de los años parece que cada vez están más lejos de alcanzar la cura, salir de la agonía.

Pero no todo es obscuridad. Hay algo que tenemos todos los días y menospreciamos el valor que tiene en nuestro existir; está por doquier y es más fuerte que cualquier plaga o enfermedad, eso es la música. Nadie puede escapar de su encanto natural. Para ejemplificar claramente a lo que me refiero, hace algunos días llegó a mi correo esta joya, resaltando que, lo que sucede en el video es realmente conmovedor y –a mi parecer- muy necesario.

Todo esto sucede en una oficina gubernamental en Madrid, España. Una cueva gris y oculta a los rayos del sol, donde la gente busca desesperadamente empleo, una pequeña luz. Aquí encontramos un flashmob con el destello de The Beatles y su enorme “Here Comes The Sun”. Dentro del imaginario de casi todo el mundo se sabe lo que esta canción simboliza y parece ser que el cuarteto de Liverpool tiene una canción para cada ocasión. En esta cueva gris nadie puede contener la alegría, desborda la felicidad y por un momento parece que lo único que importa es sonreír gracias a esa maravilla que compuso George Harrison.

En el minuto 2:56, la cara de la señora de lentes y adorno lila en la cabeza lo dice todo.