Londres es una ciudad altamente accesible para los peatones. Las calles están sobrepobladas durante estos días de turistas despistados que miran los mapas públicos y la gente se desborda de los lugares de interés. La ciudad está dividida por el Támesis, que se puede cruzar de varias formas: desde la icónica Tower Bridge, desde donde cuelgan los aros olímpicos, hasta un puente peatonal que lleva a una de las galerías de arte moderno más importantes de todo el mundo.
Los Juegos Olímpicos sirven de pretexto para que la ciudad se ponga de manteles largos. En el caso de la Tate Modern, fue la exposición del controvertido Damien Hirst. Una retrospectiva de su obra está siendo exhibida durante estos meses en sus paredes. Desgraciadamente, no se pueden tomar fotos o video.
Con el estómago medio revuelto salí de ver animales partidos a la mitad, mariposas de todos tamaños y modelos de anatomía que reflejan el estado actual de la humanidad. Damien Hirst sabe tomar lo más básico del arte para llevarlo hasta lo más profundo de la tripa. Aquí pueden checar algo de lo que está exhibiéndose actualmente en la Tate.