Artista: Memo Salamanca
LP: Mr. Boogaloo
Disquera: Musart
Año: 1967
“Papa, fuiste pachuco, también bailabas mambo.”
La Maldita Vecindad
Como el papá de la canción que critica a su hijo por vestirse y bailar de forma extraña, muchos han sido los músicos latinos, sobre todo nuyorkinos como Tito Puente, que caen en las trampas del desentendimiento generacional y la memoria selectiva. Hablan pestes del boogaloo como una simplificación de los ritmos caribeños o una vergonzosa búsqueda del éxito crossover; eso sí, no sin antes haber grabado discos en dicho ritmo y gozado de sus ventas. En México en los 60 nunca faltaba alguien que probara su suerte con un nuevo ritmo de moda (ska, twist, jerk etc.) y Memo Salamanca, que igual que Tito Puente ya tenía mucha escuela para ese entonces, hizo un gran disco que puede quedar entre los mejores de boogaloo grabado en México. Y nunca se vio en la necesidad de avergonzarse después. Están todos los elementos: temas clásicos del canon cubano renovados para el público juvenil, mas otros originales del director jarocho. Hace buen uso del tres (instrumento muy poco utilizado en el boogaloo nuyorkino) y el piano para llevar la melodía de manera rítmica y descargar en los solos, intercambiando siempre con las percusiones, especialmente los insistentes cencerro y palmadas que son de ley en el género. Las trompetas ago-goceras (y hasta mariacheras en el tema ‘Guadalajara Ja Ja’) juegan con los saxofones en la amplia sección de metales propia de una orquesta tipo jazzband, donde se nota la experiencia de Memo y su orquesta que, de tiempo atrás, habían tocado danzón, cha cha chá y demás. Si en algo falla, es en el uso casi exclusivo de coros en los vocales, que nos damos cuenta al escuchar al buen sonero encargado de cantar "Sopa de Pichón"; bueno fuera que le hubieran dado más momentos para lucirse. Si bien hay ejemplos desastrosos de veteranos tratando de renovarse al apropiar algo nuevo, aquí vemos más bien la buena combinación de conocimiento profundo con espíritu joven.