Respuesta global a la crisis #COVID19: Jorge Diener, Presidente Ejecutivo de Hadassah Task Force.
Entrevista en #RADAR909 a Jorge Diener, Presidente Ejecutivo de Hadassah Task Force de respuesta Global a la crisis de #COVID19 y Director Adjunto del Hadassah Internacional, sobre nuevo tratamiento con plasma y medidas tomadas ante pandemia en Israel.
Básicamente el tratamiento de plasma es un tratamiento experimental que se basa en la idea de que podemos utilizar los anticuerpos de los pacientes que ya se curaron del #COVID y, a partir de ahí, poder extraer de la sangre de esos pacientes el plasma que circula a través de unos procedimientos que nuestros científicos realizan en el laboratorio y que se pueden utilizar para curar a los casos graves, a los pacientes que no consiguen generar los suficientes anticuerpos específicos que necesitan para ganarle al #COVID19 y curar los efectos que tiene en los casos graves, que son finalmente los casos que se ponen fatales.
Este tratamiento se está haciendo en un grupo de experimentación. Sí, se está recolectando plasma de los pacientes. Es importante ir recolectando ahora que tenemos un número relativamente alto de infectados, muchos ni siquiera son pacientes, fueron infectados por el virus pero nunca llegaron a tener síntomas, pero digamos que esos sí tienen los anticuerpos con los que le ganaron al virus sin llegar a ser sintomáticos.
Estamos haciendo toda una colección de plasmas muy interesante en comunidades que tuvieron una gran presencia de este virus y, a partir de ahí, esto les permite a nuestros científicos ir identificando y probando en el laboratorio cuáles serían las formas más efectivas de usar esto para ganarle al virus.
Porque hay que entender que este es un virus que produce unos efectos y genera un proceso de deterioro de los pacientes que es muy complejo y que también es muy diferente de paciente a paciente. Y como este es un virus que no se conocía y los efectos que produce son muy diferentes a otros virus anteriores todavía estamos aprendiendo. Y es cierto que necesitamos encontrar soluciones ahora, de inmediato, pero la verdad que no nos queda otra que confiar en que los médicos están buscando todo lo que se puede hacer para encontrarlo lo más rápido posible, pero también para hacerlo de forma que finalmente funcione en todos los pacientes.
El plasma lo que produce es como un transplante, cuando uno transplanta un órgano a un paciente que lo necesita lo que está haciendo es transplantar de otra persona un órgano extraño en otro paciente. Por eso también una de las cosas que tiene uno que tener mucho cuidado es en cómo manejar ese proceso y hacerlo de forma de que los ensayos clínicos que están haciendo pasen todas las pruebas, tanto de factibilidad como de seguridad, que no dañen al paciente. Y tiene que ver con traer plasma de otra persona en una persona que recibe de repente sangre de otra persona, que entra a su cuerpo con un cocktail de anticuerpos.
Lo que hace este plasma es que diferencía los anticuerpos que tenía el paciente que ha sido procesado, hace un cocktail en el cual lo que hay que medir, de forma muy efectiva y con mucho cuidado, es cuánto es la cantidad de anticuerpos que hay que poner en el paciente que está enfermo, que ya tiene síntomas y que está en una situación más complicada. Y hasta cuándo tiene uno que esperar la dosis porque uno de los problemas que uno sabe en las tormentas antiinmunológicas que producen los pacientes del #COVID19 es que cuando hay demasiados anticuerpos eso también produce un efecto de deterioro. Entonces hay todo un tema de balancear qué es lo que se está haciendo para lograr exactamente el efecto deseado que es que los anticuerpos ataquen donde tienen que atacar pero que no ataquen demasiado para que no produzcan un deterioro peor del paciente.
Sobre las acciones exitosas tomadas en el caso de Israel comentó que el éxito uno tiene que decir que es relativo, porque los 270 muertos de #COVID siguen siendo muertos cada uno de ellos. Pero cuando uno mira las estadísticas estamos hablando de uno de los números de fatalidad de #COVID más bajo del mundo en Israel y una efectividad muy grave también en controlar el contagio.
Y se basó en 2 elementos: primero, un cierre muy rápido y temprano de la importación del virus, después cerrar el ingreso del virus a partir de gente que regresaba del exterior y que lo estaba importando, que también fue gradual, pero gradual rápido no gradual lento. Entonces se empezó en países donde sí había un alto índice, empezando en Italia, en seguida se pasó a Europa, hasta que prácticamente se fueron cerrando todas las entradas, con un control también muy claro de toda la gente que regresaba entrando en cuarentena, primero cuarentena que era no voluntaria pero que era en su casa, una cuarentena controlada. Cada persona que regresaba ya en los últimos aviones, cuarentena en instituciones controladas por el mismo Estado. Y una vez que se controló la importación del virus fue reducir al mínimo el contacto entre las personas dentro de la comunidad para evitar el contagio entre la comunidad. Por tanto se tomaron medidas muy drásticas de aislamiento, de las personas recluidas en sus casas por un tiempo muy largo, de varias semanas, incluyendo algunos momentos importantes que tenían que ver con festividades dentro del calendario de Israel que son importantes, como la celebración de la Pascua judía que, tradicionalmente, es un evento familiar muy importante. Y con medidas totalmente estrictas de impedir el contacto intergeneracional en la familia para proteger al grupo de riesgo más alto que son, en general, la gente de edad más mayor, nuestros padres, nuestros abuelos. Y de esa forma se pudo controlar realmente el contagio y reducir la cantidad de infectados a un número relativamente bajo. Y también de esa forma evitar lo que le pasó a otros países que fue el desborde de la fractura hospitalaria. Y eso lo que produjo también es toda la idea de lograr lo que se llama el plató en la curva, de que la curva no sea un pico hacia arriba y se hiciera un desborde y los hospitales no puedan atender los pacientes.
Tuvo que ver con 3 objetivos, uno tuvo que ver con éste, entender que si se producía un desborde no iba a haber suficientes camas ni respiradores para todos los pacientes graves que iban a haber y lo que produjo muerte en ciudades de lo más desarrolladas del mundo.
Segundo, esto también dio tiempo para ir aprendiendo y entendiendo más del virus.
Y estos centros médicos, por ejemplo, el Centro Médico Hadassah que es el líder en investigación médica en Israel, digamos el 60% de la investigación médica de Israel se realiza en estos centros con médicos que son investigadores al mismo tiempo, con lo cual van en el tema del #COVID este grupo de médicos que fueron y siguen siendo. Desde las salas de terapia intensiva dónde están los pacientes aislados del #COVID salen al laboratorio que está a 3 metros, al lado, donde siguen los investigadores trabajando, creando la sinergia que produce muchas soluciones.
Pero este tiempo fue también ganar tiempo para entender más que es este virus. Un virus que antes de encontrar la solución hay que saber cuál es la pregunta. Antes de encontrar la respuesta al virus hay que saber con qué virus estamos lidiando. Y ese tiempo sirvió mucho para poder hacer ésto y sigue sirviendo para hacer ésto, porque en realidad el mundo científico todavía no tiene una información que alguien pueda poner toda la información sobre este virus, este virus es de a a z lo que es. Todavía se está aprendiendo.
Tercero y último es que este tiempo también permitió ir probando, a través de casos clínicos, de darle un nuevo objetivo a unas drogas que existan, a fármacos que ya existen. Se ve la posibilidad de poder ir probando qué tipo de drogas que ya existen en el mercado se pueden utilizar para distintas etapas de los pacientes, del proceso de un paciente y ver si resultan de forma efectiva. Hay también que generar pruebas más efectivas, sistemas de pruebas que puedan hacerse más eficientes, como por ejemplo, un sistemas que estamos utilizando nosotros también, el sistema de Pulling, que permite en el mismo plató de pruebas, que hoy en día se hacen 90 pruebas individuales, usar en cada tubito individual en vez de una prueba usar 8 pruebas y multiplcado por 90 en la misma hora que se hacen 90 pruebas poder hacer 720 pruebas e ir detectando quienes son los que dan negativo. Y si en alguna prueba dan positivo esos 8 volverlos a analizar. Pero todo esto que dio negativo es una sola prueba y con un costo menor que da esa prueba puedes saber que 8 no lo tienen. Son todo tipo de innovaciones que se han ido generando y que se están generando, que gracias a haber ganado ese tiempo pudimos hacer y llegar a ese punto en el que finalmente decimos, estamos en lo que llamamos reproducción menos de uno. Y a partir de la reproducción menos de uno uno puede empezar a salir, a liberar, manteniendo una nueva normalidad ya sea física, máscara, higiene, porque el virus sigue allá afuera, no dejó de estar pero la posibilidad de contagio si uno mantiene las medidas y adapta la actividad económica, la actividad educativa, la actividad social, cultural, la basta situación de distancia hasta que tengamos una vacuna nos va a permitir mantener la excepción controlada y generar algún tipo de normalidad, pero eso sólo porque la reproducción es menor de uno.
Mientras los casos siguen subiendo como en otros países, la liberación hay que manejarla con muchísimo cuidado. Hay que tener mucho cuidado con la velocidad con qué se decide la liberación y qué tipo de liberación también se decide, entendiendo cuáles son los riesgos asociados con cada una de las medidas restrictivas que se liberan. Y ésto es más que un proceso de salud, es un proceso de construcción social, de sociología, de cómo uno genera en esta sociedad un nuevo sistema que mientras tengamos el #COVID en el aire, contagiándonos, con la posibilidad de contagiarnos unos a los otros hay que manejar la posibilidad y la actividad social y económica de otra forma.