Banner Ibero
Skip links

Nostalgia, cambios, fiesta y blackout

Hola a todos y todas:

Esta semana he escuchado épicas discusiones en los pasillos de la estación sobre el extracto (Virgin de Lorde), el video que acompaña a uno de los sencillos y la diferencia entre su pop elevado (Leonardo Espindola dixit) y el de Sabrina Carpenter, que te hace cambiar de estación cuando suena (a decir de Raquel Miserachi), con la velocidad de alguien que se metió a al baño equivocado.

No entiendo muy bien a Carpenter, pero para mí, Lorde es sinónimo de nostalgia. Su Pure Heroin salió en otoño del 2013, cuando yo estudiaba en la IBERO, soñaba con ser Jon Lee Anderson o Alma Guillermoprieto y no tenía ni una preocupación.

En esa época vivía con la confianza que sólo puede tener una persona joven que todavía no se ha dado cuenta que no controla nada y que no ha tenido que enfrentarse a las consecuencias de sus propias decisiones. Estaba lleno de certezas. Tenía claro mi futuro y cómo lo iba a realizar. Al final, obvio, nada de lo que yo pensé que iba a pasar pasó. Qué bueno, porque no soy la misma persona que escuchaba Lorde en la Supervía con las ventanas abajo, convencido de ser quien era.

Lo que sí puedo decir es que ese disco resistió el paso del tiempo. Es buenísimo. Tanto que hace rato puse el nuevo, me aburrió a la tercera canción y mejor aproveché para escuchar completo el Pure Heroin. No sé qué dice eso de mi. Tal vez que con cada año que pasa me vuelvo más nostálgico. O que el tiempo me ha enseñado a discernir qué vale la pena y qué no. Quién sabe. Puede ser que el final del semestre y el verano me tengan en clave nostálgica, pero doy vueltas por la estación todos los días y pienso que es imposible no romantizar nuestra radio y lo que aquí hacemos. (How can you not be romantic about baseball?, pregunta el Billy Beane de Brad Pitt en Moneyball).

Este mail es más un aviso parroquial que romance de caballerías porque les escribo para contarles de la nueva parrilla y los eventos de fin de semestre. Antes de eso, tengo que ofrecer una disculpa a quienes se habían ilusionado con los talleres que prometí para el verano. Dije que tendríamos un taller para DJs y otro de producción, pero no cumplí porque esos proyectos se perdieron en la avalancha de pendientes que es el día a día de la estación. No es pretexto, pero les debo una explicación. Haremos lo necesario para que estos talleres sucedan durante el semestre de otoño. Si ven que no está sucediendo, por favor reclámenmelo.

Lo otro que sucederá el próximo semestre, como casi siempre, es una renovación de programas. La parrilla completa estará en el grupo de whatsapp conocido como El milagro de la radio, pero la idea para otoño es hacer la mejor radio posible con la mayor cantidad de voces de la comunidad IBERO. Eso significa, como los últimos dos años, que muchos estudiantes estén al aire, pero también formar vínculos con personas que estudiaron, enseñan o trabajan en la universidad.

Tendremos una hora de música ininterrumpida todos los días a las 16:00 horas, para presumir nuestra selección y aprovechar que somos una de las pocas estaciones de radio en la ciudad que puede dar un respiro tan largo. El otro gran cambio tiene que ver con algunos de nuestros programas emblemáticos: el Extracto y Vintage. Son bichos raros que a veces funcionan y a veces no tanto porque los discos que presentan pueden durar más de una hora.

A partir de agosto el extracto sonará los sábados de 17 a 19, siempre presentado a dos voces (una experimentada, una más joven) para escuchar los álbumes completos y perseguir sus posibilidades (por ejemplo, esta semana quizá la dupla de locutores podría haber escogido hablar también del Pure Heroin y comparar alguno de sus temas con los del nuevo disco, o poner un clásico del pop elevado to compare and contrast). Lo mismo para el Vintage, que estará los domingos a la misma hora. 120 minutos para escuchar los discos completos y realmente hablar de ellos, sin tener que saltarse canciones o apresurar los comentarios.

Los programas hablados estarán concentrados a las 12 y a las 22. La barra del mediodía para la claridad, la divulgación y las ideas. La nocturna aspira a ser un poco más densa, obsesiva, y a encerrar lo que no necesariamente cabe en una frase. Estamos terminando de afinar los horarios, pero esa es la lógica.

Lo más raro e importante (y en mi opinión emocionante) de lo que viene a partir de agosto tiene que ver con algo que hemos llamado internamente “la flexibilidad de la parrilla”. Suena a concepto mal traducido de un MBA, pero es una manera de declarar nuestros principios. La idea es simple: no todo tiene que ser un programa semanal. A veces uno tiene un concepto maravilloso y poco tiempo para hacerlo realidad. O una película cumple 50 años. O se nos cruza un ensayo buenísimo sobre los corridos tumbados y a uno le dan ganas de hacer una hora de radio alrededor de él. Todo eso es válido.

Como saben, hay pocas cosas más Ibero 90.9 que echar la casa por la ventana para dedicar horas y horas a un tema (durante el semestre que termina, por ejemplo, el especial del internet, el de pride, el corte de caja…). Estamos abriendo espacio para mini temporadas, emisiones únicas, ideas de unos cuantos episodios… La mejor manera de lograr hacer una de estas emisiones es acercándose con los responsables de cada área o directo conmigo o Sofía. No importa si la idea es borrosa o todavía no tiene forma. Lo podemos tallerear en equipo.

La próxima semana se despiden algunos programas y el jueves 10 tendremos una pequeña fiesta de cierre de semestre en Trampa (Alfonso Reyes 120, Condesa). Dense una vuelta si pueden. Si no, nos vemos el viernes 11 en la enorme transmisión del corte de caja. Mientras tanto, trataré de no entregarme a la nostalgia porque tiene más sentido pensar en lo que viene.

Gracias por su tiempo,

Ricardo