Bailando con la naturaleza y la magia de Okay Kaya
Por Regina Vázquez
Kaya Wilkins, mejor conocida como Okay Kaya, se presentó el pasado jueves en la Sala B del Foro Indie Rocks.
Okay Kaya es una artista que ha logrado combinar diferentes géneros, desde el indie hasta el R&B, pasando por el disco, y con su hermosa voz ha capturado el corazón de muchas personas, incluyendo el mío.
Recuerdo la primera vez que escuché la famosa canción "Mother Nature's Bitch". Fue una canción que marcó mi cuarto semestre de universidad; era esa canción que me traía suerte en los exámenes y en las presentaciones, y era esa canción que bailaba con mis amigas alrededor de la casa para quitarnos las preocupaciones.
Era un jueves cualquiera en la CDMX, un jueves de septiembre en el que las tardes son más largas y el sol es más cálido, días en los que la CDMX es un caos total, pero al entrar a ese espacio del Indie Rocks, todo se olvida.
Arribar al foro fue toda una travesía: cruzar la ciudad en hora pico es de esas experiencias que no le desearía a nadie; sin embargo, iba muy bien acompañada. Mi querida amiga Silvia venía, esta amiga que se fue a vivir al otro lado del mundo me pudo acompañar.
Llegamos al Indie Rocks, pero como veníamos casi dormidas por el tráfico de la ciudad, decidimos pasar a una pequeña cafetería turca en la esquina del foro y tomar un café que nos despertara.
Con café en mano, entramos al foro y nos encontramos con muchas más personas: un reencuentro con una prima lejana de Silvia, y con Sara Belén, amiga y colaboradora de Ibero 90.9. Por ahí de las 8:45 decidimos dirigirnos a la Sala B. La gente estaba emocionada por ver a Okay Kaya, ya que sería su primera presentación en la Ciudad de México.
A las 9:00 en punto comenzó a sonar algo que parecía sacado del espacio, sonidos "alienígenas", como escuché a alguien decir en los baños antes de entrar.
Las luces se apagaron y salió Kaya, vestida con un vestido blanco que recordaba a una pijama antigua, un look muy natural, con el pelo ondulado y una taza con té en la mano. Con una voz extremadamente suave, saludó al público mexicano y comenzó con "Ascend and Try Again", de su álbum Watch This Liquid Pour Itself de 2020.
El inicio fue tranquilo: canciones lentas, guitarra acústica y pequeños saludos al público mexicano. Pero, poco a poco, la energía iba subiendo. El público estaba muy emocionado, y a la mitad del concierto Kaya preguntó: "¿Qué les gustaría que tocara el día de hoy?". Entre gritos y diferentes pedidos, decidió cantar un cover de la icónica canción "You're Still the One" de Shania Twain.
Puedo decir que ha sido uno de los covers más hermosos e increíbles que he escuchado en vivo. La voz de Kaya le dio un toque mucho más personal y sentimental; de por sí la versión de Shania me encanta, pero la de Kaya fue mucho más suave y cercana.
Lo más increíble fue que, a mitad de la canción, comenzó a cantar la letra de "Asexual Wellbeing", una de las canciones más pedidas por el público y una de mis favoritas. A partir de ahí, el público cantaba y le gritaban "¡Te amo, Kaya!", y ella sonreía.
Otra de las sorpresas de la noche fue el cover a la icónica "Believe" de Cher. Esta es una de sus canciones más famosas, gracias a la gran interpretación de un tema tan legendario. El público coreó toda la canción, y fue un momento muy especial.
De ahí, siguió con un set de puro baile. "The Groke", de su más reciente álbum Oh My God - That’s So Me, fue la canción que puso al público a moverse como si estuvieran en el Studio 54, este icónico salón de baile en Nueva York de los años setenta. A pesar de ser tímida, al cantar la timidez se esfuma, y, bailando por todo el escenario, Kaya sacudió al público mexicano, convirtiendo el lugar en una pista de baile.
Para cerrar, lo hizo con broche de oro, tocando la icónica "Mother Nature's Bitch", canción cuya la letra refleja a un ser libre, en armonía con la naturaleza, y eso se sintió en el público: seres vivos disfrutando del momento.
Kaya salió del escenario y uno de los músicos pasó el micrófono al público para seguir coreando la canción. Todos cantaban: "Here I am, the whole world is my daddy, here I am, Wabi sabi papi". Y así es como la noche terminó, coreando la canción con extraños que al mismo tiempo parecían conocidos de hace tiempo, bailando con Sil, Dani y Nat, siendo una con la naturaleza, como diría Kaya.