El Cine y... Clint Eastwood
Exterior. Comisaría de San Saba, Texas. Día.
La calle del condado de San Saba se encuentra vacía a excepción de una bola de paja que rueda al fondo. Afuera de los comercios la gente se encuentra expectante. Un letrero que reza “Barbería” destaca entre todos. La promesa de un duelo a muerte recorre todo el pueblo. El silencio es interrumpido por la canción “Charro” de Elvis Presley. Un caballo negro toma agua mientras su dueño le acaricia el lomo. WAYNE (31), fija su mirada en alguien mientras escupe el tabaco que mastica.
Después de algunos estereotipos, muertes exageradas y corsés, los créditos empezarían con el nombre de Clint Eastwood en letras amarillas y el fondo negro.
El título del “All American Boy” sólo puede reposar en hombros de gigantes y ésta sería la única combinación posible. Eastwood y Presley. Impasible, polémico y dotado de una colección de claroscuros que envidiarían los actores más grandes de la historia, Clint Eastwood se ha convertido en un producto de denominación de origen.