Zola Jesus y la filosofía

“¿Escribir una canción feliz? Mejor cocino un pastel.”, declaró Lykke Li en una entrevista. La felicidad es aburrida. Cuando uno decide percibir un mundo lleno de flores y sonrisas, se deja atrás el reto de enfrentar el sufrimiento y la brevedad de la vida. Zola Jesus sigue esta doctrina tras haberse enamorado de filósofos como Nietzsche, Schopenhauer y Kierkegaard. La filosofía le abrió las puertas y la liberó: “Como cualquier animal, nacemos, morimos y podemos hacer lo que queramos en el medio. La sociedad es la que impone las reglas y uno se puede salir de eso. Es lo que intento hacer con mi música.” Zola Jesus es el nombre artístico de Nika Roza Danilova, una joven de 25 años que nació en Wisconsin, Estados Unidos. Tal vez se debe a su descendencia rusa o a su visión oscura de la vida, pero Nika nunca fue aceptada por su compañeros de escuela. En vez de socializar, pasaba horas en la biblioteca de su escuela leyendo filosofía. En su tiempo libre estudiaba para convertirse en cantante de ópera, una profesión muy demandante y cerrada a cualquier variación personal. A los 17 años, Nika abandonó esa aspiración, terminó la preparatoria temprano y dejó salir a Zola Jesus.

El nombre armoniza al escritor francés Émile Zola, quien fue una gran inspiración para ella, con Jesucristo, quien representaba el ambiente altamente religioso que tuvo que soportar mientras crecía. Desde entonces ha grabado cinco álbumes aclamados por la crítica en los cuales combina su increíble voz con música electrónica, industrial, clásica y goth. Muchos la escucharon por primera vez cuando contribuyó a la introducción de Hurry Up, We’re Dreaming (Naïve, 2011), el espectacular proyecto de M83:

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Sin embargo, su propia música se aleja mucho del emotivo electropop de M83. Las canciones de Zola Jesus son etéreas y extrañas, pero sobre todo, están llenas de sufrimiento. En todo momento, su voz lleva consigo las emociones deprimentes de sus palabras. Su tonalidad tiene un ligero parecido al de Florence + The Machine, en un día lluvioso y sin esperanza, por supuesto. Pero estos aspectos agregan gran intriga al proyecto. Aquí uno de sus primeros videos, el sencillo “Sea Talk”:

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Tras estudiar filosofía en la Universidad de Wisconsin, intentó apreciar las teorías más optimistas de Rousseau y Spinoza. Sin embargo, llegó a la conclusión de que el deseo universal es ser feliz y pensar demasiado interrumpe esta armonía. Cuando uno verdaderamente piensa en las cosas, se hace mucho más difícil existir en un mundo de realidades crudas. A Nika se le hizo más interesante explorar la filosofía de Nietzsche y Schopenhauer que representaban un reto a encontrar respuestas fuera del camino fácil, el optimismo.

No obstante, su último LP, Taiga (Mute, 2014) parece tomar una dirección más entusiasta. Sus palabras aún suenan afligidas pero las melodías tienen una nueva nota de esperanza. Esto se debe a que Nika se enamoró por primera vez y se dio cuenta de que la proposición de Schopenhauer de vivir en eterno sufrimiento, es pedirle demasiado al ser humano. En su reciente sencillo, “Dangerous Days” se puede notar ese cambio de rumbo, su tono es optimista y los imponentes sintetizadores hacen una melodía más bailable:

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Ciertamente, las canciones de Nika continúan explorando los puntos más bajos de la existencia humana y por eso, su trabajo no es para todos. Pero tal vez esto sea algo bueno pues presenciar la evolución de su comprensión filosófica a través de su impresionante voz, es una experiencia mucho más gratificante que la de sacar un pastel del horno.

Zola Jesus se presenta el próximo viernes 20 de febrero en SALA, México DF.

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