Un año más la suerte me sonríe y regreso a la antigua capital de Macedonia a cubrir el festival de cine de esta ciudad que llega a su edición 55. Reconocido como el más importante de Grecia y como una puerta única si se quiere entender el cine de los Balcanes, el Festival Internacional de Cine de Tesalónica es también una respuesta inteligente de la cultura frente a una crisis que no termina de afectar al ciudadano de a pie por estos lares.
Mientras el país se recupera poco a poco, en el Teatro Olympion y en el complejo de salas del puerto antiguo arrancaron las proyecciones desde el sábado colgando el letrero de localidades agotadas. Así, mi primera jornada por acá se vio marcada por la presencia de dos directoras que presentaron lo más interesante del día. Las cintas son Tales de la iraní Rakshan Banietemad y Eden de la francesa Mia Hansen-Løve. Dos muestras de que la calidad y las propuestas personales no han dejado de ser el signo de identidad de este certamen.
Arranca bien Tesalónica este año. Acompáñenme en este nuevo viaje.
Saludos desde Grecia.
El More