‘Sigue hacia adelante, y si es hora de irse, pues… es hora’: Stan Lee
Decir que Stan Lee deja un hueco enorme en el mundo del cómic es quedarnos cortos. El mundo entero se vio cimbrado por esta noticia, si bien desde hace 20 años nos preparábamos para el día en que Stan Lee nos dejara, enfrentarnos con la noticia ha sido terrible. No cabe duda que la cultura pop sería muy diferente de no haber contado con el genio de Lee, pero no sólo fueron sus aportaciones literarias las que marcaron su lugar en el mundo, Stan Lee era un verdadero rock star, siempre con una sonrisa en la boca, un showman como pocos.
Desde 1939 estuvo inmiscuido en la industria del cómic y ya en 1941 había dejado de ser un escritor de relleno para escribir features en diferentes antologías de Timely Comics. Obviamente, los personajes que creó en estos primeros años de su carrera quedaron en el olvido luego de que dos décadas después llevara a Marvel a un renacimiento que sacudió a toda la industria.
Durante los últimos años de los 50, y a principios de los 60, DC Comics dominaba el cómic de súper héroes, pero para Lee la idea del héroe casi perfecto no era suficiente atractivo, sobre todo al pensar que el público había cambiado en ese tiempo, y era necesario apelar a diferentes audiencias, así que se decidió a trabajar en personajes que se apegaran más a la realidad, sin dejar de lado todas las posibilidades fantásticas que brindan los súper poderes. Personajes que reflejaran problemas reales y que a pesar de todo pueden sobreponerse.
Para Lee, el valor del héroe no se medía por sus poderes, si no por sus virtudes.
Aunque para muchos Stan Lee no es el mejor escritor, él creó todo el mito de lo que llegaría a ser Marvel más de medio siglo después, y además fue la cara de la compañía dentro y fuera de la industria. Gracias a Lee se generó un contacto más directo entre los creadores y el público al ser los primeros quienes contestaban las cartas que llegaban a las oficinas; creo el primer club de fans de Marvel, y más recientemente, ha aparecido en la gran mayoría de películas basadas en sus personajes. Fue de hecho este contacto directo entre los creadores de la llamada Edad de Plata de los cómics lo que inspiró a muchos jóvenes a perseguir una carrera en la industria, y al menos en Marvel, Stan Lee siempre estuvo ahí para apoyar a estos nuevos creadores, desde Frank Miller hasta Jim Lee.
Incluso recientemente se manifestó en contra de los ataques que sufren ciertos creadores por parte de grupos de hombres blancos heterosexuales que afirman tener los mejores intereses de la industria en mente. Lee dijo que las historias de Marvel “tienen cabida para todos, sin importar raza, género o color de piel. Para lo que no tenemos cabida es para el odio, la intolerancia y el fanatismo. Ese hombre a tu lado, él es tu hermano. Esa mujer allá, ella es tu hermana. ¿Y ese niño caminado por aquí? ¿Quién sabe? Podría tener la fuerza proporcional de una araña…”.
Hoy podemos decir que la era Marvel ha llegado a su fin, pero podemos descansar tranquilos, true believers, pues el legado de Stan Lee se queda en buenas manos… así ha sido desde hace 50 años, y todos los que han venido después de él saben que “con un gran poder, viene una gran responsabilidad”. Así pues, sólo queda una cosa por decir:
¡Excelsior!