Sandra: el orangután considerado "persona no humana"
Sandra, es el orangután más famoso de Argentina y su historia cada vez se conoce más alrededor del mundo. Con 33 años de edad y siendo híbrido entre dos especies de orangután, ha pasado más de la mitad de su vida enjaulada en el zoológico de Buenos Aires, lo que ha llevado al gobierno argentino a reconocerla como persona no humana, condición que le otorga los derechos básicos (a la vida, la libertad y a no sufrir daños) e impide que la traten como si fuera un objeto.
Pelea por los derechos no humanos
De acuerdo con Scientific American, la idea surgió cuando la Organización Non Human Rights Project, inició en el 2013 reclamos ante el gobierno estadounidense por los derechos de cuatro chimpancés ubicados en el zoológico de Nueva York. Antes de este proceso judicial, se habían dado a conocer otros casos alrededor del mundo desde 2005.
A pesar de que estos casos aún no tienen una resolución, la noticia llegó hasta Buenos Aires donde en 2014, la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), presentó ante la corte una acción de hábeas corpus aclamando por la libertad de la chimpancé cuyos cuidadores describían con una depresión crónica. Esto fue rechazado por el gobierno argentino, acción que fue apelada y ganada posteriormente el 25 de octubre de 2015. La juez que le otorgó sus derechos a Sandra.
La abogada Elena Liberatori, se preparó enormemente para el caso y dijo en una entrevista con El País:
“Estudié leyes para defender a los inocentes, y no hay nada más inocente que un animal”.
La paradoja de la libertad
Después de la liberalización de Sandra, tanto los cuidadores como el gobierno argentino se enfrentaron con otra problemática… ¿Ahora qué hacemos? Regresar a Sandra a su hábitat natural es impensable ya que ha vivido casi toda su vida en un zoológico, la sobrevivencia por sí sola no sería posible, además de que Sandra es un híbrido de dos especies de orangután por lo que ni una ni otra la aceptarían en sus asentamientos.
La opción que sigue en consideración es la de trasladarla al Center Of Great Apes en Tampa, Florida, donde podrá tener cuidados y espacio suficiente para no violar sus derechos, sin embargo, hay muchos problemas con las medidas estadounidenses y las condiciones que imponen para aceptarla: Sandra debe llegar en perfecto estado de salud, ya que de no ser así inmediatamente después de su llegada será sometida a eutanasia. Para asegurar esto, la harán pasar una cuarentena exhaustiva y exámenes médicos. Como si no fuera suficiente, el gobierno estadounidense no reconoce los derechos básicos de Sandra por lo que sería tratado como objeto de nuevo.
Además de la cuestión de Sandra, Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de Buenos Aires, anunció en 2016 que el zoológico donde se encontraba la orangután, se convertiría en ecoparque debido a las crecientes críticas a la crueldad animal, incluso algunos fueron trasladados a diferentes hábitats, sin embargo, dicho movimiento fue tan mal manejado y con tanta velocidad que varios animales murieron en su traslado.
Casos como el de Sandra hay muchos en el mundo pero sin justicia. Esto nos recuerda al debate filosófico sobre lo que es humano y los derechos de los chimpancés al ser tan parecidos a nosotros, como lo dijo en 1975, Peter Singer en Animal Liberation, “Hoy aceptar que los simios tienen derechos nos obligará a replantear qué es lo verdaderamente humano”.
En este link les recordamos el increíble momento en el que dos gorilas posaron para una selfie con sus cuidadores en República Democrática del Congo. ¿En realidad seremos tan diferentes como creemos?