[Reseña] Para soñar que no estamos huyendo

“El poder no cambia a las personas, sólo revela lo que verdaderamente son.”- José Mujica.

En “Para soñar que no estamos huyendo” se recuerda que la gente ambiciona de alguna manera u otra tener poder sobre los demás en cualquier ámbito, sin importar su forma de ser o de pensar ni su actividad en la vida.

A través de tres personajes, podemos ser testigos de lo que el poder puede provocar en las personas. En concreto se trata de la reina, esposa del rey Ricardo III, la sirvienta y un enviado del rey en una travesía hacia lo desconocido con una sola meta: escapar del rey y del mandato de matar a su esposa.

Pero, ¿realmente le gusta a la reina escapar como una fugitiva de la justicia y ser vista por todo el pueblo? Esto es precisamente lo que se busca evitar a lo largo del camino hacia la liberación; pasar desapercibidos y soñar que no se está huyendo.

El balance entre suspenso y comedia obliga a los personajes a mantenerse en una suerte de ambigüedad sobre sus verdaderos motivos en la historia.

Esta obra cuenta con un recurso magnífico para la música y los efectos de sonido, en manos de Leika Mochán, ya que los ruidos, movimiento de objetos, instrumentos y una mezcladora (todo esto a la vista del público), se logran crear perfectamente los sonidos deseados, con un toque de realismo inimaginable.

Una vez más nos encontramos ante una obra con una iluminación impecable, que logra transportarnos de un lugar a otro pero sobre todo de un sentimiento a otro.

A través del suspenso y tensión continua, el espectador podrá experimentar los miedos y presiones que se viven en los diferentes roles laborales, lo que nos lleva a tener un amplio panorama acerca de lo que implica ser o no ser una persona con “poder”.

“Para soñar que no estamos huyendo” se presenta en el teatro Benito Juárez hasta el 21 de abril los jueves y viernes a las 20:00, sábados 19:00 y domingos 18:00 hrs.

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