[Reseña] Banks - Paul Banks

   

Catarsis: (f) Proceso mental y corporal utilizado por el ser humano de manera consciente o inconsciente para liberar de su interior todo aquello que genere dolor y aflicción para así purificarse a sí mismo.

 

Una década transcurrió desde el lanzamiento de los dos álbumes clásicos de Interpol, Turn On The Bright Lights (Matador, 2002) y Antics (Matador, 2004). Aunque es difícil deshacerse de la idea de que no existe Interpol sin Paul Banks, desde julio de este año Banks demostró con Julian Plenti Lives…EP que no es inconcebible que exista Paul sin el conjunto neoyorkino con el que hizo cuatro grandes producciones.

Mientras transcurría la última gran gira de Interpol antes de todo lo que sucedería este 2012, Paul nunca dejó de componer. Si alguna vez alguien se preguntó a que sonaría el “soft”-postpunk, la carrera solista de Banks es la muestra perfecta para la incredulidad de algunos, así como también resulta ser el parteaguas que puede definir el inter de la introspección de Banks a sí mismo, y de su vida como frontman de una de las más grandes bandas de los dosmiles.

Si bien Julian Plenti Lives…EP fue una producción sonora que marcó la ansiedad de Paul por conocer a su alter-ego, su más reciente LP, Banks, es el momento de la catarsis después del encuentro con su otra faceta; así como la colisión con su reflejo, que es atacado por un pasado del que le duele acordarse, vulnerado al ser embestido por sí mismo.

 

No existen las oberturas perfectas, pero sí las líneas que definen hacia dónde va una producción de audio. Tal es el caso de “The Base” y “Over My Shoulder”. Aunque Banks tiene una fuerte inclinación por negarse (a propósito o no) a dejar el símil a la estructura sonora de Interpol, lo cierto es que, a ratos, parece como si Paul se propusiera repudiar a sí mismo y todo lo que sucede alrededor de él, como quien durante el luto rechaza la idea del laissez-faire, laissez-passer (dejar ir, dejar pasar).

A diferencia de la importancia que el Julian Plenti Lives…EP tuvo para Paul Banks, como una especie de despertar como compositor solista, Banks es una contraposición constante de deseos y argumentos entre la falta del perdón a alguien más y a sí mismo, y por otra parte, es la idea latente de seguir adelante y de ser posible, tener otra oportunidad para cambiar un pasado que ya no existe.

Esta contradicción se hace presente en “Arise, Awake”, “Young Again”, cuyo ritmo emocional se mantiene con “Lisbon” (la única canción instrumental de Banks), se tensa con “I’ll Sue you” y “Paid For That” para finalmente romperse con “Another Chance”, track que, aunque no porta una letra melódica, es el soliloquio de quien trata de entender lo que pasa dentro y fuera de él:

“I know I’ve made a mistake/ Sometimes people fuck up/ and you have to give them another chance/ so they can change and become a better person” // “Sé que cometí un error/ A veces las personas echan las cosas a perder/ Y tienes que darles otra oportunidad /para así cambiar y convertirse en una mejor persona”.

Simbólicamente, esta canción es una de las grabaciones que tienen una carga sonora con una inclinación mayor a la zozóbra y a lo onírico, ya que, mientras el monólogo transcurre, los instrumentos hacen lo suyo a tal grado que, la producción no hace posible distinguir si la voz es el fondo, o la música lo es.

El clímax finaliza, pero la verdadera catarsis, aunque está presente en todo este disco, logra entenderse con la interpretación de las dos canciones que exilian la tensión y permiten la pureza: “No Mistakes” y “Summertime Is Coming”.

La fase última de este proceso, semejante al luto, llega emocionalmente a un grado de aceptación y quizá, un poco de fe. Pero, puesto que la fe es un proceso que no tiene una explicación lógica y racional, nada de ella es certero excepto el acto de poseerla y tirarse al vacío...

"I don't know what will happen next but I'll wait for you/ No sé qué pasará después, pero yo te esperaré"

 

 

Humanos de la Ciudad de México

Trackisting 19.10.2012