Rafael Murúa ingresa a la lista de periodistas asesinados en México
Rafael Murúa Manríquez, de 34 años, director de la radio comunitaria Radiokashana y miembro de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc) fue asesinado en el municipio de Mulegé, Baja California Sur, hace unos días.
De acuerdo con información oficial, su cuerpo fue encontrado en el kilómetro 40 de la carretera Santa Rosalía-San Ignacio el pasado domingo 20 de enero, luego de que fuera denunciada su desaparición un día anterior.
Según reportan medios oficiales, Article 19 (organización no gubernamental que defiende la libertad de expresión y el derecho de acceso a la información) y Amarc, Murúa desapareció alrededor de las 20:00 horas del sábado 19 de enero, cuando le hicieron bajar de su auto y raptado del lugar.
Medios periodísticos, personalidades del medio político —como el gobernador del estado— y colectivos sociales han hecho pronunciamientos al respecto condenando el asesinato y exigiendo un esclarecimiento de los hechos.
A partir de junio de 2017, Murúa había recibido mensajes intimidatorios, amenazas y ataques contra su persona, supuestamente por parte del crimen organizado. En muchas de sus amenazas se exigía sesgar sus notas periodísticas, limitar los ataques contra personalidades de la política local y atacar directamente a la SEMAR.
¿Qué significa la muerte del primer periodista en lo que va del año en México? Indudablemente sugiere que la libertad de expresión, las garantías de estado de derecho y las condiciones de tolerancia, discusión y comunicación en México se encuentran en grave riesgo. No en vano nuestro país está considerado entre los más peligrosos del mundo para realizar el ejercicio periodístico.
Que el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas falla y que sigue sin haber una atención seria y concreta a la situación de los periodista en México; misma que trasciende a la dimensión social.
La muerte de Rafael Murúa pone en guardia a los directores de radios en todo México, pues no sólo por la tinta y el papel se asesina. En el Congreso de B.C.S., un colectivo conformado por periodistas, reporteros y camarógrafos y fotógrafos leyó un comunicado donde expresaban:
“Hoy nos moviliza el dolor, la rabia, la impotencia por el asesinato del periodista Rafael Murúa Manríquez, hasta aquí llegamos para manifestar nuestro repudio a tan atroz acto”.
Lamentablemente Rafael Murúa se une a la lista de periodistas asesinados que Reporteras en Guardia —colectivo independiente que reúne a más de 100 periodista en todo México— retoman para exigir al gobierno mexicano condiciones adecuadas para ejercer la profesión. Rafael Murúa no volverá a luchar desde la radio por la causa comunitaria.