¿En qué falló la nueva canción LGBTQ+ de Taylor Swift?
Este lunes Taylor Swift lanzó el video oficial de su nueva canción “You Need To Calm Down”, el cual se desarrolla en un parque de remolques con motivos de arco iris, colores vibrantes y muchos cameos de celebridades queer como Ellen Degeneres, Laverne Cox, RuPaul, etc. (además de una frase icónica de Cher al inicio).
Taylor se confronta con un pequeño contingente de protestantes que están en contra de la apacible y vibrante comunidad, sosteniendo carteles donde se leen frases como “Get A Brain Morans!” y “Homasekualty Is Sin!”, con todo y faltas de ortografía. La canción precisamente busca apaciguar la furia de los haters y su insistencia en controlar la vida de los demás. Por eso en uno de sus versos dice:
“You just need to take several seats and then try to restore the peace and control your urges to scream about all the people you hate 'cause shade never made anybody less GAY”
Aunque la canción ya cuenta con más de 36 millones vistas en YouTube y ha sido aclamada como uno de los himnos LGBTQ+ de nuestros tiempos, no todos están contentos con este intento de solidaridad de Swift con la comunidad queer.
Si bien el mensaje tanto de la canción como del video es positivo e inspirador, e incluso al final del video la cantante invita a sus fans a visitar su iniciativa en change.org para apoyar la iniciativa Equality Act, algunos medios no se han mostrado tan entusiastas frente a la representación edulcorada que hace de las afrentas sociales de quienes no se definen como heterosexuales.
VICE llamó a la canción “despistada” y afirmó: "Filtrar los problemas serios del apoyo LGBT a través del personaje pop de Swift minimiza el tema".
La revista Esquire dijo de manera similar:
"Equiparar a los haters en línea con la lucha personal y social de las personas LGBTQ es, en el mejor de los casos, ingenuo (...) Y un movimiento tan calculado para aprovechar los derechos LGBTQ para su propia imagen que es asqueroso".
El temor de muchas personas queer no es tanto que los aliados puedan beneficiarse de ellos, sino que los aliados puedan cambiar o desfigurar lo que significa queer. Lo que dicen las personas en línea es que la gente LGBT no la tiene fácil. Temen a la violencia en público, a menudo son discriminados y están sujetos a todo tipo de recordatorios diarios de que no son iguales a las personas heterosexuales.
El sencillo “pro-gay” de Swift compara inapropiadamente estas luchas sociales (y hasta, legales) con las adversidades de la fama. Los colores pastel son el común denominador en la mayoría de las representaciones mediáticas queer, y llenar todo de color no puede ser la única ruta para la aceptación de esta comunidad. Por esto, Slate lo ha llamado “un ejemplo perfecto de cómo NO ser un aliado”.
En cualquier caso, aquí les dejamos el video para que nos digan que opinan al respecto.