“Kurt had to be born...it was a must.” Wendy O'Connor - Madre de Kurt Cobain
Todo se ha dicho de Kurt Cobain, alrededor de su música, de Nirvana y de su trágica muerte. En el documental Cobain: Montage of Heck, una perspectiva desde la intimidad de la familia de Kurt está expuesta; esa página con detalles pendientes que se habían quedado fuera en materiales previamente mostrados a la luz pública.
Lo mismo sucede con el disco Montage of Heck: The Home Recordings (Universal, 2015): grabaciones caseras e íntimas, rescatadas de algunas cintas grabadas por el mismo Cobain entre 1987 y 1994.
https://www.youtube.com/watch?v=iqyPMyC2T0s
¿Compilación o B-sides?
Ninguna de las anteriores, tal y como lo describe el director del documental, Brett Morgen: “un concepto, un viaje, una experiencia”. Los ingredientes para cocinar este álbum son una pila de cuadernos llenos de escritos, consecuencia de numerosas catarsis creativas, borradores de letras y poemas, garabatos, líricas sin sentido, pensamientos sueltos, chistes e imitaciones y un puñado de momentos de inspiración que se amalgamaron a través de una guitarra que se sonaba con la fuerza de la ambición de Kurt y las impetuosas ganas de crear algo original y relevante en la música. Estos demos se convirtieron en canciones que han trascendido en el tiempo inmortalizando a su autor (versiones en sucio de “Been a Son” o “Sappy”, por ejemplo).
Material para verdaderos fans de Nirvana, y para muchos, quizás es el resultado de una sobreexplotación de un producto llamado "Kurt Cobain". Además de recordarnos el parteaguas que fue en el rock (llámese punk rock, alternativo o grunge) a principios de la última década de los noventa y sus inmortales aportaciones con Nirvana, también pone en tela de juicio la ambición de quienes han hecho de este producto una fuente inagotable de riqueza que rebasa la delgada línea ética de la industria musical con el que seguramente a Kurt no le hubiera colaborar.
https://www.youtube.com/watch?v=TMgHdZZ7eKk
Luis Emilio Hernández @soyluisemilio