Todos somos simbólicamente transexuales
Jean Baudrillard, La transparencia del mal. (Ensayo sobre los fenómenos extremos)
Machismo, viejo conocido de la sociedad mexicana, pensamiento anquilosado dentro de la psique de muchos. Vivir en un país de machos no es tarea fácil, levantarse cada mañana y aventurarse a la calle puede ser una visita al mismísimo infierno.
Dentro de la programación del Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México: Macabro se proyectó el 28 de agosto en el Museo Archivo de la Fotografía, como parte de la selección México Macabro, la cinta Estrellas Solitarias, primer largometraje del director Fernando Urdapilleta.
https://www.youtube.com/watch?v=faBCSvcn_Es
La película narra los sinsabores de dos outsiders: Joana (Jorge Arriaga) y Valentina (Danna Karvelas), dos travestis con un largo historial de desazones que por azares del destino se encuentran compartiendo vida en la babélica CDMX, supuestamente una de las ciudades más incluyentes de nuestro país.
Joanna-Juanito huyó de su pueblo natal por la violencia física y psicológica que ejercía sobre él-ella su padre, un alcohólico con ínfulas de hombría desbordada. Por su parte, Valentina es una sobreviviente, una aguerrida, explosiva y a veces iracunda travesti que sabe cómo desenvolverse dentro de las entrañas de la hermosa y caótica CDMX.
Dios los hace y ellos se juntan, Joanna es la antítesis de Valentina, son el yin y el yang, una es gorda, la otra es flaca; una proviene del campo, la otra es una citadina desgarbada que un día es punk y por la noche una diva. Mientras que el máximo sueño de Joanna es celebrar una fiesta de XV años, Valentina aspira a ser una artista pop. Tándem tan disímil encuentra trabajo en un cabaret-kareoke que regentea un dealer y padrote conocido como el Muñeco (Mauricio Isaac).
Desde el arranque de la cinta, el director pone en evidencia la hostilidad de la sociedad hacia quienes considera diferentes: miradas de desprecio, violencia verbal, física, laboral, por mencionar sólo algunas. El contraste entre el colorido mundo del travestismo y los bajos fondos por donde se desenvuelven los personajes es notorio. Sobre el escenario Valentina brilla, fuera de él es una pálida sombra. Su sueño se ve súbitamente amenazado cuando el Muñeco introduce a un agente extraño dentro del show travesti: La Madonna (Patricia Garza), novia y trofeo del mafioso.
La armonía simulada que imperaba en el cabaret se quiebra. Los travestis relegan y rechazan a la Madonna por ser biológicamente una mujer, interesante juego de espejos del director: las perseguidas se convierten ahora en perseguidores.
Los caminos del señor son misteriosos, la violencia que impera en la vida de los personajes principales acerca y empareja sutilmente a las dos rivales, poco a poco las desavenencias entre Valentina y La Madonna se diluyen para unir fuerzas en contra de un enemigo en común. Venganza, revancha y, por qué no, justicia. La violencia, en todas sus variantes, es el leitmotiv de la cinta.
Con una puesta en escena sobria, un guión irregular pero efectivo, Estrellas Solitarias se erige como una propuesta fresca y entretenida. La fotografía tiene una marcada influencia del reconocido artista visual David LaChapelle, y la banda sonora es un cóctel de punk, baladas románticas clásicas y pop.
Lejos de mostrar una historia grotesca llena de chorros de sangre o violencia gratuita, las peripecias de Joanna y Valentina ofrecen una mirada al horror cotidiano que es invisibilizado y minimizado: el miedo a los otros, a los diferentes. A pesar del ambiente opresivo y desesperanzador, la historia ofrece momentos de luz y esperanza. Vale la pena echarle un vistazo.
https://www.youtube.com/watch?v=iEmTvcBXXUM